Antonio Pérez Henares.- Desánimo de Estado.

MADRID 3 Sep. (OTR/PRESS) -

La conjunción del ánimo personal, las vacaciones son inmediato pasado y futuro muy remoto, con la situación general que mas que alumbraras se nos sigue nublando, conduce a la peor melancolía. Mas que estado de ánimo el sentir mas extendido es un desanimo de Estado que a todos nos alcanza.

No asoma bien casi nada, a que engañarnos. En lo mas inmediato los datos de paro pueden dejar ya de ser positivos y preludiar la racha de golpes para los meses siguientes que borren lo alivios anteriores. El cenagal de la corrupción no hace sino crecer e inundar toda la vida política incapaz por su lado de un mensaje de regeneración. Al revés, en vez de ello lo único que se nos ofrecen son garrotazos y nuevos barrizales.

Por el lado del PP, Bárcenas sigue suministrando chorros de basura, por el del PSOE-UGT las cañerías evacuan porquería a espuertas. Cierto es que el ex tesorero cada día da una prueba de infamia personal. De un comportamiento que demuestra hasta que demuestra mejor que nada la calaña de sus actos y como intentaba el blindaje de sus delitos. Ahora sabemos que grababa, que filmaba y que un mensaje suyo era guardado como prueba de cargo aunque no obtuviera respuesta. La mendacidad e hipocresía del personaje intentando pasarse por amigo y jurando inocencias y lealtades mientras maquinaba su chantaje y seguía amansando fortunas resulta cada vez mas obscena y vomitiva. Pero ello no absuelve en absoluto al Partido Popular de sus culpas, de sus enjuagues, de todo un entramado y hábitos ante los que la repulsión de las gentes no puede si no aumentar.

Que es exactamente lo mismo que sucede ante la golfería institucionalizada en Andalucía, donde el comportamiento cortijero alcanza cotas cada vez bochornosas y triperas.

Malo sería todo pero en medio del barrizal se nos añade una zozobra que cada vez se nos acerca y que nos puede conducir a situaciones tan indeseables como impensables hace apenas nada. La secesión de Cataluña está a la vuelta misma de la esquina. La voluntad de los separatistas, que creen disponer de mayorías en el territorio, es total y no se llame nadie a andanas de que darán giro alguno o marcha atrás que valga. Es órdago. Mejor que lo sepamos.

Y ello y todo y sin entrar en más detalles, que aún peor, es lo que me lleva al titulo, a ese desánimo de Estado. Que bueno, que a lo mejor hasta en una semana, a ver si nos conceden los Juegos Olímpicos, se nos pasa un poco. Pero para ser optimistas no está y tardará en estar el patio.