MADRID, 11 Jul. (OTR/PRESS) -
El gobierno anda desde hace unos días soltando globos sonda referidos a los autónomos y no precisamente para mejorar su calidad de vida. Muy al contrario, parece que la intención es subirles desaforadamente las cotizaciones a la Seguridad Social. Ya sabemos todos el problema de ingresos de la caja de pagar las pensiones. El agujero ronda los 18.000 millones de euros anuales y ya acumula más de 30.000 millones. Desde el gobierno se busca solución, pero por el camino equivocado. Creen en el Ministerio de Trabajo que subiendo cotizaciones y creando nuevos impuestos finalistas como el de la banca lo van a solucionar. Y no es así. La Seguridad Social tiene un problema estructural que tiene que ver con la natalidad y con la esperanza de vida y por supuesto con el número de cotizantes, es decir, con el empleo.
Subiendo los impuestos a las empresas y a los autónomos lo que van a conseguir es que haya menos empleo, lo que agravará el problema. Hay que ir a la raíz. Cierto que, al menos a medio plazo, una parte de la solución venía de la mano de la entrada en vigor del factor de sostenibilidad y en no ligar las pensiones a la subida del IPC. Pero, a más largo plazo, lo lógico, y ya se ha visto en otros países, es ir progresivamente hacia un sistema mixto. El modelo de reparto está agotado y es insostenible.
En todo caso, y se irá viendo cómo afecta a la economía y al empleo, subir los impuestos y las cotizaciones a los autónomos en función de sus ingresos, lo cual es una barbaridad. Ni ellos mismos saben cuánto van a ingresa al mes siguiente, cómo para saberlo de todo el año. Decenas de miles de autónomos saldrán perjudicados y por más que a este colectivo se le haga poco caso, suman más de 3,2 millones de personas. Por cierto, de ellos 1,6 millones de mujeres y no parece que importen a nadie.
