Actualizado 15/07/2009 14:00

Carmen Tomás.- Zapatero, el peor gestor de la crisis.

MADRID 15 Jul. (OTER/PRESS) -

Lo dice Financial Times y parece que la cosa cambia, que tiene más fuerza, más verosimilitud. Un sondeo elaborado por este periódico asegura que los españoles son los europeos que peor valoran la gestión del Gobierno frente a la crisis económica. Concretamente, más del 70 por ciento ve de forma negativa las medidas adoptadas por Zapatero. De hecho, sólo el 10 por ciento cree que la reacción del Gobierno fue buena. No dicen eso las encuestas realizadas en nuestro país y tampoco es lo que reflejó el resultado de las pasadas elecciones al Parlamento Europeo. Quizás la gente haya sido más sincera por ser el Financial Times.

En todo caso, la realidad es desgraciadamente la que es. Los datos no avalan los planes del Gobierno, escasos, contradictorios, tardíos y escasamente eficientes. Mes tras mes, las estadísticas ponen de manifiesto que el Gobierno llegó tarde y que lo ha hecho mal, con medidas inadecuadas que no van al origen de los problemas. Zapatero está, porque quiere, maniatado a los sindicatos y ya sabemos que el diálogo social no va por el camino que debería y que sugieren todos los que saben de economía y no son sectarios.

A día de hoy, sabemos que no habrá reforma del mercado laboral, que se sigue tirando el dinero por el sumidero de las subvenciones y del despilfarro, que el país sigue acumulando déficit y endeudamiento. Al final, no sabemos bien qué se conseguirá y sí que tardaremos más que nadie en salir de esta crisis de caballo que nos ha empobrecido y que nos ha dejado, de momento, más de cuatro millones y medio de parados.

Sabemos, además, que no se están acometiendo reformas en ninguno de los sectores que nos prepararán para el futuro. Más bien al contrario, como en el caso de la energía, al tomar un camino equivocado y muy costoso. Nada de reforma educativa y nada de otras reformas como la justicia o la unidad de mercado. En vez de eso, vemos insolidaridad entre comunidades autónomas, agravios, planes que significan derroche. Y todo en aras de que Zapatero se mantenga en el Gobierno y no "sufra" una huelga general.

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