Actualizado 22/03/2011 13:00

Cayetano González.- Primarias en el PSOE.

MADRID 22 Mar. (OTR/PRESS) -

Desde que Zapatero cometió el error, ¿o fue frivolidad?, de comentar a un grupo de periodistas durante la tradicional copa de Navidad en la Moncloa que ya tenía la decisión tomada sobre su futuro y que esta la conocían sólo dos personas, su mujer y un alto dirigente del PSOE, la marea de rumores, filtraciones y presiones para que lo diga públicamente, no ha hecho mas que crecer. Las últimas noticias al respecto apuntan a que podría ser el sábado 2 de abril cuando el actual Presidente del Gobierno y secretario general del PSOE despejara esa incógnita ante el Comité Federal de su partido. Todo el mundo da por hecho que Zapatero anunciará que no volverá a ser candidato en unas elecciones generales y que avalará que su sucesor sea Rubalcaba.

Los nervios en las filas socialistas están a flor de piel y no es para menos. Las encuestas apuntan a una clara victoria del PP -hasta dieciséis puntos de ventaja le otorgan algunos estudios demoscópicos- si ahora se celebraran las elecciones generales y en cuanto a la cita electoral que está más próxima -las autonómicas y municipales del 22 de mayo- las previsiones para el PSOE no son mucho mejores. Pueden perder el gobierno en varias Comunidades Autónomas -Castilla la Mancha, Baleares, Cantabria, Aragón, Asturias- y sufrir un duro varapalo en Comunidades gobernadas por el PP, como Madrid, Valencia, Murcia, Castilla y León o la Rioja. El único sitio donde el PSOE puede conservar el poder es en Extremadura donde su candidato Guillermo Fernández Vara, ha sido uno de los "barones" que mas insistentemente han pedido a Zapatero que diga antes de estas elecciones si va a ser el cartel de los socialistas.

Los más entusiastas del actual Presidente del Gobierno siempre han destacado en este el magnífico manejo que tiene de los tiempos. No será en esta ocasión, porque haga lo que haga, diga lo que diga, y lo haga y lo diga el 2 de abril o mas tarde, el melón sucesorio ya está abierto, salvo que sorprenda a propios y extraños y anuncie que el sigue. Si esto no es así, el PSOE no tendrá mas remedio que pasar por unas primarias para elegir al sucesor y es ahí donde los problemas se agravan. Las primarias las carga el diablo, y sino que se lo pregunten a Almunia cuando las perdió con Borrell o más recientemente a Trinidad Jiménez con Tomás Gómez.

Las bases de un partido de izquierdas como es el PSOE tienden por propia naturaleza a ser un poco contestatarias. No aceptan así como así un candidato impuesto o teledirigido desde el "aparato". Ahí radica la debilidad de Rubalcaba, aunque tampoco se pueda decir que la que por el momento se presenta como su más seria rival, Carme Chacón, sea una persona que no haya estado ligada al proyecto de Zapatero. Además siempre habrá que estar atentos a los movimientos del incombustible, por ambicioso, José Bono.

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