MADRID 6 Mar. (OTR/PRESS) -
¿Qué va a quedar en la memoria de esta larguísima campaña electoral que nos flagela? Poco. Mejor dicho: nimiedades; nimiedades tipo "la niña de Rajoy" o el "Buenas noches y buena suerte" de Zapatero, tomado por cierto, de Ed Morrov, el periodista norteamericano que luchó -él sí, otros lo hacen sólo de boquilla- contra el extrañamiento por razones políticas de periodistas disidentes.
Es, ya digo, poco menos que nada, lo que va a quedar en el recuerdo de esta campaña. Pero así son estos dos señores que a juzgar por lo que hablaron en los debates no les preocupa la desoladora situación de la Justicia en España. Ni una palabra dedicaron al navajeo que distrae al Constitucional y al Supremo; nada sobre la hibernación del Consejo General del Poder Judicial y nada tampoco, sobre el escandaloso precedente dictado por el TC para casos probados de estafa con apropiación de decenas de millones de euros.
Tampoco les preocupa la política internacional; a juzgar por los debates: España es un isla sola a la deriva en el océano. Por no hablar de los resultados escolares en materia de Educación que Zapatero -según dijo- cree que está en "la media de Europa". ¿Habrá leído el Informe Pisa? Y qué decir de Rajoy que ahora -no antes cuando fue ministro con Aznar- dice que le preocupa la "inmersión lingüística" en catalán que está llevando a cabo la "Generalitat" de Cataluña. ¿Qué hemos hecho los ciudadanos para tener estos políticos?
Fermín Bocos.