Actualizado 03/05/2011 14:00

Fermín Bocos.- La noticia del año.

MADRID 3 May. (OTR/PRESS) -

Osama Bin Laden ha muerto. Es la primera gran verdad de las muchas mentiras que durante los últimos años hemos leído u oído sobre el líder terrorista islámico, un acaudalado empresario saudí de origen yemení que en su día fue instrumento de la CIA en la lucha que los EE UU sostenían contra la Rusia comunista que había invadido Afganistán.

Después, como es sabido, volvió su mano contra sus antiguos socios y fue el patrocinador de atentados por medio mundo, el más sanguinario de todos el perpetrado el 11 S contra las Torres Gemelas. El reguero de sangre provocada por sus secuaces da la vuelta al mundo: Nueva York, Jartum, Yakarta, Londres, Madrid... Confirmada la muerte por el propio presidente Obama -que ha dicho ser quien dio la orden para que interviniera el comando que acabó a tiros con el terrorista- ahora las autoridades del mundo occidental están en alerta ante la posible réplica, ante la venganza que pudiera llevar a cabo los sicarios del difuso complejo terrorista la que en su día la propia CIA bautizó como Al Qaeda (La Base).

Que haya ido localizado y muerto en Pakistán lo dice todo acerca de las complicidades con las que el islamismo terrorista ha contado siempre entre las esferas dirigentes de esta república islámica, sobre manera entre los miembros de los servicios secretos. Lo cual mueve a pensar que si bien es cierto que ha sido cortada la cabeza de la hiedra, el cuerpo está intacto y en condiciones de regenerar otro liderazgo -se habla del médico egipcio Al Zawairi-. Y ése es el problema de fondo, porque como ha escrito en alguna ocasión Robert Fisk, un gran conocedor del mundo árabe, sería un error decir que Al Qaeda está derrotada, porque Al Qaeda no es un ejército: es una mentalidad.

La desaparición de Bin Laden es una buena noticia, pero, por desgracia, no es el principio del fin de la sanguinaria semilla de odio que sembró en todos los países de estirpe islámico. Odio hacia la forma de vida y los valores que representa Occidente. Dicho todo esto, está claro que la muerte del terrorista más buscado del mundo es la gran noticia del año.

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