Fermín Bocos.- Zapatero hunde al PSOE.

MADRID 5 Oct. (OTR/PRESS) -

La victoria de Tomás Gómez frente a Trinidad Jiménez es una derrota de Zapatero. Las encuestas -y el resultado de las primarias de Madrid- reflejan un malestar creciente entre los militantes socialistas. Ha cuajado la idea de que ZP práctica una política presidencialista y veleta; que responde tarde y mal a los acontecimientos y que con su inveterado optimismo, que roza la inconsciencia, es incompatible con la complejidad de los problemas a los que se enfrenta hoy España. Los continuos vaivenes de en su forma de gobernar han labrado el desafecto hacia su gestión entre la militancia y los simpatizantes del PSOE.

Falta más de un año para las elecciones y eso en política es una eternidad. Pueden pasar muchas cosas, pero hay algo que no suele suceder: ningún político ha conseguido regresar del ridículo. Y el ridículo lo ha hecho queriendo imponer como candidata en Madrid a Trinidad Jiménez, eficiente ministra quien, por lo demás, no tenía el menor interés en meterse en el lío de unas primarias.

Nunca estuvo tan bajo el crédito político de Zapatero. Según la última encuesta de Metroscopia: siete de cada diez ciudadanos desaprueban su gestión y ocho de cada diez confiesan que ya no confían en él. El PP eleva su ventaja por encima de los 14 puntos rozando la mayoría absoluta. Zapatero llegó inopinadamente a la dirección del PSOE merced a una maniobra de Alfonso Guerra y Pascual Maragall para cerrar el paso a Bono. Después, sin hacer nada, el error de Aznar metiendo a España en la guerra de Iraq y, posteriormente, la conmoción que provocaron los atentados del 11 M, le llevaron hasta la Presidencia. Ahora, la historia se repite pero a la inversa, es Rajoy quien, sin hacer nada, espera a que los errores de Zapatero le abran las puertas de La Moncloa. De creer lo que dicen las encuestas, ya tiene un pie dentro. Los vaivenes y caprichos de Zapatero van camino de hundir al PSOE. Por eso, en el seno del partido ya hay quien ha empezado a descontarle. Como diría Leguina, todo tiene un comienzo.