Actualizado 03/10/2007 02:00

Fernando Jáuregui.- No te va a gustar.- El himno, con letra entra

MADRID 3 Oct. (OTR/PRESS) -

Siempre hay, menos mal, salvadores de la Patria que, en momentos de aflicción, sacan las mejores esencias de su cerebro para buscar la fórmula redentora. Ahora, la cosa consiste en poner letra, por decreto, al himno nacional, de manera que nunca más cantemos lo de 'chunda, chunda', sino que tengamos versos inspirados que ayuden a que la música de la marcha real ascienda al cielo donde habitan las musas y las musarañas. Y todo ello, de aquí al 19 de diciembre, que es el plazo que se han dado las autoridades del Comité Olímpico y de la Sociedad General de Autores para dar a luz los frutos de su inspiración y, supongo, frenar los progresos de la disgregación nacional. Desde aquellos versos grandilocuentes y algo retrógrados con los que José María Pemán trató de fijar los anhelos de todo un pueblo en torno a su himno (y a su caudillo) habíamos mantenido en un pertinaz olvido esta carencia fundamental:

En efecto, desde los tiempos de aquel Pemán monárquico, zumbón y bastante franquista, que compuso aquella soflama patriótica y altisonante, no se había visto nada semejante: la panacea para unir a esa ciudadanía cainita que recibe el nombre de españoles, en forma de letra para una música. Cuánta presunción, Señor.

Si queremos de veras poner palabras a una música que muchos llevamos -yo, al menos, me sigo emocionando cuando la escucho- en el corazón, consensuémoslas. Estemos seguros de que son esas, las que los españoles aprueben, las frases que mejor definen lo que nos creemos y lo que queremos. Si alguna vez hubo motivos para someter algo a referéndum, o a consulta popular, es aquí y ahora. ¿O es que son los de la SGAE y los del Comité Olímpico los que deciden si cantamos o no, en voz baja o alta, con la mano en el corazón o en la cartera? Van a poner ellos letra a mis sentimientos? Yo me borro.

Fernando Jáuregui.

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