Actualizado 07/02/2007 01:02

Francisco Muro de Iscar.- Se extiende el chantaje

MADRID 7 Feb. (OTR/PRESS) -

Como era de prever, los presos de ETA han aprovechado "el tirón" de De Juana Chaos y anuncian plantes, encierros y un ayuno de un día -cuidado, no vayan a pasar hambre- por la "autodeterminación, la amnistía y la territorialidad". Por tener, tendrán hasta una "semana de propaganda", término perfectamente utilizado, porque no es una "semana de información", sino de propaganda, es decir "acción o efecto de dar a conocer algo con el fin de atraer adeptos o compradores". Es decir, lo mismo que ha conseguido el etarra en huelga de hambre voluntaria, con un "posado" como los de las revistas del corazón, no sabemos si pagado o no, y lo que ha "comprado" "The Times", consciente de que no le vendían información, sino publicidad para una causa terrorista.

El periódico británico no ha actuado inocentemente en eso ni en llamar "separatista vasco" al terrorista y tampoco ha sacado, al lado de esas fotos, las de las víctimas del etarra ni ha hecho un comentario editorial de repudio. Ha puesto un altavoz a un asesino miserable que no tiene remordimientos ni se arrepiente de ninguno de los 25 asesinatos de los que es responsable directo y que, cuando pague su condena, volverá a defender los asesinatos y los atentados, los "episodios", como los llama él con toda desvergüenza, y que, posiblemente, se encontrará en la calle con los familiares de sus víctimas. Presentar a un terrorista en huelga de hambre voluntaria como un activista político maltratado por la Justicia es tan serio como hablar de él como un "hombre de paz". Dos mentiras. Ninguna de sus víctimas tuvo la oportunidad ni siquiera de defenderse.

La escalada de ETA para poner contra las cuerdas al Estado de Derecho, ahí vale todo, se anuncia en vísperas de que el Tribunal Supremo decida acerca de si la última condena al terrorista es ajustada a derecho. La democracia tiene eso: justicia, incluso para los que luchan contra ella. La democracia hace que se utilicen todos los medios para salvar la vida de un terrorista y que médicos, magistrados, funcionarios y policías se jueguen la suya por defender la vida de un asesino. Pero los medios de comunicación deberíamos ser mucho más cuidadosos en el tratamiento de estas informaciones. Estoy en contra de cualquier censura porque la información es lo que nos permite tomar decisiones libres. Pero destacar esas informaciones desmesuradamente sin poner, al menos, una etiqueta que sitúe a los asesinos en su lugar es una indecencia.

Francisco Muro de Iscar.

francisco.muro@planalfa.es

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