MADRID 30 Dic. (OTR/PRESS) -
Hora de balances. Si analizamos lo que ha dado de sí el Gobierno este año, sale más o menos esto:
1.- La reforma laboral es un fracaso se mire por donde se mire. No es tal, no deroga la de Rajoy, tardará en corregir la temporalidad, perjudica al sector agrario, no cuenta con el apoyo de los socios del Gobierno, puede quedarse en nada y ha acrecentado el enfrentamiento abierto en las vicepresidentas Calviño y Díaz. Poca cosa para mucho marketing y el lanzamiento de una nueva plataforma electoral.
2.- España entrará en 2022 con unos Presupuestos basados en previsiones falsas -crecimiento del 6,5 % en 2021 y del 7% en el 22- como han certificado todos los organismos nacionales e internacionales. Los ingresos no se cumplirán y los gastos, seguramente serán mayores. Más deuda y más déficit. Y, lo que es peor, sin transparencia en la gestión ni control de los fondos europeos. Eso sí, hemos pagado más impuestos que ningún año y la pretendida armonización fiscal solo pretende ir contra Madrid.
3.- No hemos vencido al COVID, no salimos más fuertes ni más unidos, no hay cogobernanza ni hay ley de pandemias. Solo hay un desmesurado aumento de contagios mientras el Gobierno se lava las manos y dice a las autonomías que se apañen como puedan.
4.- La inflación se ha disparado y las desmesuradas tarifas de la luz son un escándalo. Y el Gobierno no cumple su promesa de que pagaríamos lo mismo que a finales de 2018. Que se lo digan a las familias y a los empresarios. Y el 1 de enero, sube también el gas.
5.- Los indultos a los sedicentes catalanes solo han sido buenos para ellos. Como el chorro de dinero público que ERC ha arrancado al Gobierno para mantener su apoyo y sostenerlo. Un chantaje permanente que el Gobierno acepta. No hay mesa de diálogo, pero Aragonés ya ha prometido "alternativas" para la secesión y ha prometido potenciar la escuela como "núcleo de la nación catalana". Ahí también el Gobierno se lava las manos y mira para otro lado, con el silencio cómplice del PSC que, además, ha pactado con ERC y Junts renovar el Sindic y la dirección de TV3 para que siga en las mismas manos. El español es ya un idioma en precario, perseguido, en Cataluña y ahora en Baleares.
6.- En el País Vasco, el PNV juega a lo suyo y Bildu sella nuevos pactos con el PSOE y con el Partido Socialista de Navarra, mientras incorpora a ex jefes de ETA a su estructura orgánica y siguen los homenajes a los etarras que salen de prisión.
7.- La política exterior no existe. No hay buenas relaciones con Estados Unidos, no pintamos nada en Europa, empeora la situación con el Norte de África y hay líos en el Ministerio. La esperanza Albares se ha quedado en nada.
8.- Nunca hemos tenido tantos Ministerios y ministros/as inútiles. Lo de Consumo es de Premio Nobel, con lo de la huelga de juguetes sexistas, la nata "asesina" del roscón o el peligro machista del consumo de carne, entre otras. Pero los Ministerios de Cultura, Igualdad, Educación o Universidades -con el relevo del ministro que consiguió llevarse mal con todos por otro puesto a dedo por Ada Colau- y algún otro no le van a la zaga.
9.- La desatención a la isla de La Palma es lamentable. Todavía no ha llegado ninguna ayuda del Gobierno pese a los seis viajes del presidente Sánchez y todas sus promesas. Una vergüenza que pagan los palmeños.
10.- La fractura política es creciente. Entre el Gobierno y sus socios -solo el dinero y las cesiones mantienen el frágil apoyo- y entre el Gobierno y el PP. Ni uno ni otro hacen nada para frenar el deterioro evidente de la vida pública. El frentismo es un claro riesgo para la convivencia.
Lo dicho, poca cosa para tirar cohetes. Hay que esperar que el 2022 sea mejor. Peor es difícil. Creo.