Actualizado 17/01/2007 01:00

José Cavero.- Otro combate "a muerte"

MADRID 17 Ene. (OTR/PRESS) -

Se nos había anunciado que, en esta ocasión, de manera inevitable, y finalmente, el PP no tendría más remedio que aceptar los términos que el jefe del gobierno expondría, en el pleno extraordinario del Congreso, para encarrilar la lucha contra ETA. Si alguien iba con este entendimiento y convencimiento previo, llegaría a una desoladora frustración, porque ni Zapatero ni Rajoy dieron posibilidades al contrario, y la coincidencia en que fue un combate agrio y desapacible aparece reflejado en muchos titulares de los diarios de este martes: Rajoy se atrinchera contra la oferta de Zapatero de un gran frente anti ETA. Zapatero ofrece un pacto genérico, pero un implacable Rajoy le exige cambiar de política. Rajoy dice que Zapatero estaba tocando el violón mientras cabalgaba sobre un tigre. Rajoy pronostica: Si usted no cumple, ETA le pondrá bombas y si no hay bombas es que habrá cedido. Zapatero le pide que retire algo tan bochornoso e indigno. Rajoy replica: Apoyarle a usted es un suicidio. Rajoy fustiga sin perdón a Zapatero. PSOE y PP escenifican su distanciamiento. Zapatero sostiene que el pacto no es incompatible con un final dialogado y Rajoy rechaza la oferta y se niega a actuar de coartada. Zapatero y Rajoy brindan a ETA su enésimo ejemplo de división. Durísimo debate en el Congreso. Rajoy culpa a Zapatero y no a ETA, del fracaso del proceso. Los dos dirigentes protagonizan su debate más destemplado. El presidente admite su error de optimismo y reitera que jamás habrá diálogo con violencia. Rajoy a Zapatero: Le ha tomado el pelo un rebaño de asesinos. Tenso pleno sobre política antiterrorista. Zapatero y Rajoy quiebran la esperanza de un gran consenso contra ETA. Esquerra acusa a Rajoy de compartir intereses con ETA.... Y así sucesivamente.

Es el relato de un debate encarnizado y sin la menor esperanza de que pueda resolverse alguna vez. La distancia de jefe del gobierno y jefe de la oposición es creciente, y la desconfianza no tiene otro remedio, tal vez, que las elecciones siguientes, precisamente porque el PP y su dirección sigue negando "legitimidad de origen" al gobierno de Zapatero. Rajoy actúa como si fuera el tutor de Zapatero: Has cometido media docena de errores, te estás equivocando sin remedio, debes hacer esto y evitar esto otro..., le reprocha y recrimina implacablemente, como a un discípulo indisciplinado y travieso, que no se somete a las recomendaciones del hermano mayor o padre adoptivo. Rajoy no acepta el planteamiento básico que viene haciendo el presidente: que también él quiere probar la búsqueda de una solución dialogada en lo que se considera "el final de la banda ETA". Sencillamente, argumentan los partidarios de conciliar lucha policial y diálogo político, porque no cabe la extinción de los centenares de etarras "en armas" y decididos a matar, ni los otros centenares de etarras que cumplen largas condenas en las cárceles. Pero a Rajoy nadie le convence para que cambie sus estructuras mentales.

José Cavero.

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