Actualizado 22/04/2012 14:00

José Luis Gómez.- A vueltas con España.- TVE: ¿Problema o solución?.

MADRID 22 Abr. (OTR/PRESS) -

Si algún problema no hay en España es RTVE, que fruto de un gran consenso político convirtió Radio Nacional y TVE en medios homologables a la BBC, al menos en su oferta de contenidos informativos de calidad y equilibrados. Profesionales, en definitiva. Pues bien, parece que como había pocos problemas en España vamos a tener otro más, a menos que se corrija in extremis la decisión de nombrar al presidente de RTVE por mayoría absoluta -la del PP- y no con los votos de dos tercios del Congreso como pasaba desde 2006, lo que implicaría al menos un acuerdo entre PP y PSOE. Para evitar este riesgo de retroceso democrático queda en realidad tiempo de sobra pero el clima político parece enrarecido, lo cual no es buena señal para quienes aspiran a mantener TVE próxima al paradigma de la BBC. Lo razonable sería que la iniciativa fuese del Partido Popular y que propusiera a un profesional que no le suscite rechazo al PSOE, como hizo el PSOE cuando pactó los nombramientos de Luis Fernández y de Oliart, que fueron aceptados por el PP.

Echar por tierra uno de los avances más significativos en la historia de la televisión pública -su trabajo, de hecho, ha sido reconocido dentro y fuera de España- no parece que beneficie a nadie, lo cual no quiere decir que no se deba resolver ya el bloqueo que vive RTVE desde que el anterior presidente dimitiera durante la pasada legislatura, sin que los grupos parlamentarios hayan llegado a un acuerdo desde entonces para sustituirlo. Pero esa urgencia no tendría que ser un pretexto para controlar el mando de los informativos, sino que debería ser útil para mejorar la gestión económica de los medios públicos.

La Constitución legisló a favor del derecho de todos a recibir una información veraz. Los medios públicos deben garantizar ese derecho y deben hacerlo sobre todo los partidos políticos, que son los vehículos constitucionales para la formación de la voluntad general. Lo que nunca deben hacer los partidos, gobiernen o sean oposición, es hurtar a los ciudadanos el ejercicio de ese derecho fundamental en toda democracia. Por muy elemental que ésta sea, que a veces lo es; precisamente por falta de pluralismo e incluso de libertad.

Contenido patrocinado

Foto del autor

Victoria Lafora

Hoy se zurran, mañana pactan

Foto del autor

Carmen Tomás

30.000 millones de gasto en un mes

Foto del autor

Fernando Jáuregui

Todo lo que estamos haciendo mal (que es mucho)

Foto del autor

Antonio Casado

Un rey de todos