MADRID 14 Nov. (OTR/PRESS) -
Leo una noticia sobre una de las últimas homilías del Papa Francisco en la que arremetía contra los corruptos. La verdad es que cada día que pasa más admiración siento por el Papa Francisco. Admiro su valentía por no ser políticamente correcto, es decir, por haber bajado de los palacios vaticanos para vivir modestamente dando ejemplo a todos esos príncipes de la Iglesia que en vez de vivir entre sus ovejas prefieren la comodidad de los palacios.
Le admiro también por hablar alto y claro, por ser capaz de poner en evidencia a esos "sepulcros blanqueados", esa gente que cumple fielmente con la misa del domingo pero a los que no les tiembla la mano a la hora de enriquecerse con medios ilícitos, o sea, que son corruptos.
Sí, le admiro porque representa a la Iglesia de la esperanza, la que acoge y perdona. Creo que el Papa Francisco con su actitud, con sus palabras esta recuperando a muchos católicos que con el paso del tiempo terminaron viviendo al margen de la Iglesia porque la Iglesia oficial ha vivido al margen de ellos.
Vuelvo a una de las últimas palabras del Papa, las dirigidas a los corruptos que además son hipócritas, cristianos de doble vida les ha calificado el Papa. No sé ustedes pero yo conozco unos cuantos, son aquellos a los que les resbala el dolor ajeno, a los que no les importa hacer chanchullos con tal de ganar más, pero eso sí se presentan ante el mundo como cristianos ejemplares que además dan generosas limosnas.
No sé que pensarán después de escuchar al Papa Francisco, pero seguro que se sienten incómodos con este Papa, que es el Papa de los pobres, de los desheredados, de los pecadores. Las homilías del Papa siempre nos deparan sorpresas. Francisco desconcierta e incomoda a muchos que ejercen ante el mundo como buenos cristianos pero que a lo mejor no lo son tanto. Hay quienes añoran un Papa subido a un pedestal, un Papa que cuando se deje ver lo haga con toda la parafernalia del poder porque este Papa humilde y cercano, que abre los brazos a los pecadores pero que se muestra duro con los corruptos y que incita a los sacerdotes a oler a oveja, este Papa ya digo, molesta a todos esos sepulcros blanqueados que tanto irritaban a Jesús según los Evangelios.
En una época de descreimiento general, el Papa Francisco está reconciliando a muchos católicos con la Iglesia, y es que este Papa está cambiando el paso a la propia Iglesia. Ojalá le dejen continuar adelante.