MADRID 14 Jun. (OTR/PRESS) -
Isabel Pantoja colgó de nuevo el cartel de "completo" en el concierto que ofreció el pasado viernes 11 de junio en el "Gran Casino de Aranjuez". Esta vez no sólo las incondicionales fans de la tonadillera, que pagaron 90 euros por la entrada, corearon sus canciones durante las dos horas que duró el recital, también lo hicieron algunos de los famosos amigos y conocidos de la artista.
De que Boris Izaguirre es un seguidor pantojísta, puedo dar buena fe. El showman se sentó en la misma mesa en la que ya estábamos Enrique Cornejo, su socio Oscar, Paloma Segrelles y su marido el empresario Emilio Álvarez, Adriano, colega periodista con otro amigo y una servidora, Boris llegó apurado porque según me contó se despistaron en el camino y casi aparecen en Toledo: "Las indicaciones para llegar hasta aquí nos han despistado, ha sido un viaje interminable". Izaguirre iba acompañado de María, una productora teatral íntima amiga del escritor que disfruta de unos días en Madrid. Perderse el concierto habría sido horrible para él y eso me quedó más que claro porque no paró de aplaudir, ovacionar e incluso hacerle guiños a Isabel para llamar su atención. Ella, que desde el escenario todo lo ve, enseguida se percató e incluso le dedicó unas palabras que supusieron el culmen emocional del autor.
Después del verano Boris sorprenderá con una nueva novela que ya está ultimando, el venezolano ha encontrado en la literatura una auténtica vía de escape. El televisivo no olvida fácilmente que fue finalista en el "Premio Planeta 2007" con "Villa Diamante", se quedó en el umbral pero nunca es tarde si se persigue un sueño.
Toñi Salazar llegó del brazo de su hijo Borja, esta vez no la acompañaba Roberto Liaño su marido: "Se ha ido a Santander, ya sabes que le encanta su tierra y ver a su familia. Si pasamos un par de días separados luego lo cogemos con más fuerza". Me contó también que prepara nuevo disco que está grabando en Miami y que promete ser "un bombazo". Ojalá que volvamos a mover las caderas como lo hicimos antaño con "Azucar Moreno", le dije.
La suegra de David Bisbal disfrutó de la cena-concierto como nadie, acompañada como siempre de su madre, Elena habla con orgullo de su nieta Ella y no pierde oportunidad de mostrar alguna foto de la pequeña, no puede ocultar que es una abuela feliz. Es impresionante que parezca que no pasan los años por esta señora, su hija Elenita debería de tomar nota.
Isabel Pantoja cantó divinamente, mucho mejor que el año pasado en el mismo marco del "Casino de Aranjuez", más contenta, más segura y con más fuerza que otras veces, me dio la sensación de que asistimos al "resurgimiento Pantoja". Durante el recital se emocionó levemente y en varias ocasiones se limpió con un pañuelo blanco, pero no arrancó a llorar y tampoco interactuó tanto con el público porque fue un concierto exento de mensajes, tan solo bromeó antes de cantar el tema "Que se busquen a otra", y avisó diciendo: "Yo lo canto pero eso por favor no lo hagáis". Otro de los guiños lo hizo antes de cantar "La Salve": "La mayor penitencia que estoy cumpliendo es no estar en el Rocío", me imagino que esto lo dirá de momento, porque en cuanto se retome el juicio por el caso Malaya las cosas pueden pintar de otra manera muy distinta.