Actualizado 09/05/2012 14:00

Pedro Calvo Hernando.- Se acabó el talibanismo económico

MADRID 9 May. (OTR/PRESS) -

La victoria de François Hollande casi seguro que no se traduce luego en la revolución mundial que ponga patas arriba el orden-desorden del sistema ultracapitalista. De momento, habría que conformarse con que se tradujera en un firme cambio de rumbo de esta Unión Europea que ha venido siendo mangoneada por Frau Merkel y su escudero Sarkozy. Desde antes de su victoria del domingo, el presidente electo de Francia ya había conseguido tumbar el talibanismo idiota y ofensivo de esa política económica -por llamarla de alguna manera- del recorte por el recorte, del ensañamiento/austeridad contra el Estado de Bienestar y de la suprema injusticia social del entreguismo con la banca (p. ej. Bankia) combinado con el acuchillamiento del pueblo trabajador, en expresión voluntariamente demagógica, aunque mucho menos que las sandeces que venimos soportando y escuchando dentro y fuera de España desde el recrudecimiento de la crisis. Hollande nos devuelve al menos la dignidad perdida, la esperanza destrozada y el comienzo del despertar de los pueblos de Europa.

Porque su victoria ha venido acompañada por la derrota en Grecia de los culpables de aquella crisis y el nuevo tiempo con la victoria municipal de la izquierda en Reino Unido y autonómica en Alemania, en línea con la protesta que crece y con las derrotas que vienen en el decisivo Land de Nord-Rheinland-Westfallen, en varios países más de la UE y dentro de 16 meses en la propia República Federal germana. Por todo ello, Bruselas nos va a hacer el favor de flexibilizar las urgencias del déficit, de lo que nos enteramos al tiempo que vemos a Rodrigo Rato en su segundo gran coitus interruptus, al PP vasco rompiendo un estúpido pacto que nunca debió existir y a las autonomías no peperas bramando de indignación contra el poder central. Han perdido Andalucía y han perdido a Sarkozy, entre otras muchas cosas. Y todos hemos perdido ayer el sosiego al ver el espectáculo de Bankia, la víctima de los politiqueos culpables de quienes piensan que las entidades financieras tienen que ser manoseadas también por ellos.

Contenido patrocinado

Foto del autor

Victoria Lafora

Hoy se zurran, mañana pactan

Foto del autor

Carmen Tomás

30.000 millones de gasto en un mes

Foto del autor

Fernando Jáuregui

Todo lo que estamos haciendo mal (que es mucho)

Foto del autor

Antonio Casado

Un rey de todos