Actualizado 12/01/2011 13:00

Pedro Calvo Hernando.- El comunicado más importante.

MADRID 12 Ene. (OTR/PRESS) -

El comunicado de ETA es el más importante de toda la historia de la banda, como ha sabido interpretar Alfredo Pérez Rubalcaba, con diferencia el dirigente político que mejor ha entendido la nueva oportunidad para dar un paso decisivo hacia el final de esta historia macabra. Yo sólo discreparía de él en eso de la oposición del Gobierno a una verificación internacional, pues es evidente que otras historias de terrorismo han terminado con ayuda de esa verificación. Los partidos -con la eterna excepción- y la sociedad española miran con esperanza el escenario que surge del comunicado, que es un avance por supuesto insuficiente, sería idiota decir lo contrario. Pero una cosa es señalar las carencias del texto etarra y otra poner de manifiesto que no se desea así y ahora el final del terrorismo. ETA se debilita cada vez más y va abriendo la puerta para el final, por mucho que conserve la eterna retórica de la negociación con un precio político por el abandono de las armas, un precio que ya no puede pagarse, aunque hubiera sido posible hace dos o tres décadas.

Los dirigentes del PP se las apañan para poner trabas a un final del terrorismo con Zapatero en el poder. Lo mismo que ponen trabas, o boicotean directamente, una salida consensuada a la crisis económica, como se demuestra en esas increíbles declaraciones de Montoro tras la sugerencia de Fernández Toxo sobre un posible gran pacto de Estado, algo parecido a los Pactos de la Moncloa. Piensan en el PP que tanto el fin de ETA como ese gran Pacto favorecerían a Zapatero y pondrían en riesgo esa victoria de ellos con la que sueñan sin dejar lugar para los supremos intereses de la patria, como serían el final del terrorismo o el encauzamiento positivo de la crisis. Tampoco les interesa que la izquierda abertzale concurra a las elecciones del 22 de mayo, a pesar de que ese hecho sería también un paso irreversible hacia la pacificación definitiva. Para ello les exigen cosas de imposible cumplimiento, como abominar de toda su trayectoria de las últimas décadas, sin que les baste el acatamiento de las leyes.

Contenido patrocinado