Publicado 06/06/2018 08:01

Pedro Calvo Hernando.- Feliz España progresista

MADRID, (OTR/PRESS)

La España progresista se encuentra estos días bastante feliz. Nadie tiene muy claro lo que vaya a suceder a partir de la semana mágica que empezaba con la sentencia de la Gürtel y avanzaba con la formación del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez. Pero sí tienen claro que España ha entrado de súbito en una etapa de efervescencia y de cambio que nadie se esperaba en serio solo unos días atrás. Sobrenadando a todo nos encontramos con la incorporación del nuevo presidente a un proceso que se le había truncado varios meses atrás. Todo ello en paralelo con el hundimiento repentino de Mariano Rajoy cuando todavía acariciaba la idea de sobrenadar por encima de su herencia de corrupción y sobreponerse con su habitual destreza en el sorteamiento de todos los obstáculos.

A pesar de todo, yo sigo considerando a Rajoy como un elemento valioso que, podría haber sobrevivido, en el caso de que hubiera tomado con tiempo una serie de decisiones que podían haberlo salvado. Pero no ha sido así y ahora nos encontramos en cuatro días inmersos en un proceso de cambio que todavía tiene que clarificarse, ya que la precipitación de los acontecimientos ha sido más vertiginosa que nunca, al menos en lo referido a la sustitución de un grupo de personas y estructuras por otras que poco o nada tienen ya que ver con ellas.

La derecha se estanca en su precipicio, mientras que la izquierda se encuentra de pronto inmersa en un proceso para el que hubiera deseado un margen de tiempo más adecuado. Pero España es así, como lo es Europa, en realidad como lo es el mundo. Y todo ello en la hora en que es imprescindible la generosidad de todos. Quienes en esta coyuntura no tengan generosidad, van a hundirse en la miseria quizá por los siglos de los siglos. La izquierda estos días da la impresión de haber entendido lo que pasa y lo que debe seguir pasando, para que esta vez su oportunidad no se diluya en el vacío. Y la derecha debería entender lo que le pasa, pues da la impresión de que no ha entendido nada, ni siquiera que la otra derecha, Ciudadanos, tampoco ha entendido correctamente lo que sucede.

El PSOE y Podemos parece que esta vez sí están decididos a entenderse, pues tienen la impresión de que esta es su gran oportunidad, que si la desaprovechan no volvería a presentarse en siglos, al menos en decenios. De ahí la trascendencia de los dos personajes clave, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. El primero, con su tesón de momento triunfante. El segundo, con la corrección ya practicada de antiguos errores que contribuyeron a retrasar el proceso de cambio que llevaba mucho tiempo pendiente.

A la derecha le aconsejo que actúe con inteligencia y sin barbarismos. Y a la izquierda le deseo que haga un gran esfuerzo por perseverar en ese nuevo espíritu que representa la inteligennte actitud de Iglesias y su generosidad en la administración de las oportunidades, algo que desde el PSOE no debe malograrse sino más bien propiciarse.

Esto no ha hecho más que empeza y en unos días más ya sabremos mejor a qué atenernos. En muy poco tiempo nos jugamos demasiadas cosas. Tenemos que demostrar que para algo ha de servir la inteligencia que Dios nos ha dado.