Sócrates quiere que PT sea una "gran compañía de telecomunicaciones"

Portugal Telecom
EP
Actualizado: lunes, 17 mayo 2010 21:22


MADRID, 17 May. (EUROPA PRESS) -

El primer ministro de Portugal, José Sócrates, afirmó que la decisión de Portugal Telecom de rechazar la oferta de Telefónica por la brasileña Vivo es "una cuestión empresarial", pero insistió en que a Portugal le interesa contar una "gran compañía de telecomunicaciones" porque es "un gran activo del país".

Durante una conferencia-almuerzo del Foro ABC, Sócrates mostró su máximo respeto a la decisión de ambas compañías, pero insistió en que tener "una gran compañía de telecomunicaciones", como ocurre actualmente, que esté presente en otros países, tiene "un interés estratégico para Portugal", ya que sólo la dimensión y el tamaño que tiene una gran compañía puede desarrollar un país en términos de inversión en I+D y de proyecto industrial.

Así, Sócrates recalcó que Portugal no quiere una compañía que sólo tenga presencia en el país, sino que le interesa una empresa grande, tal y como es la actual Portugal Telecom. "Espero que esto ayude a todos a comprender la posición del Gobierno portugués", añadió.

Además, remarcó que la política exterior del país incluye una relación "muy especial" con los países que hablan portugués, incluido Brasil, un país en plena ascensión y de gran importancia para Portugal. "Para entender la posición portuguesa, es necesario entender esto", incidió.

Portugal Telecom rechazó el pasado 11 de mayo la oferta de 5.700 millones de euros de Telefónica por el 50% que posee en el holding Brasilcel, que controla casi la totalidad de Vivo, al considerar que la compañía brasileña es el "núcleo de su estrategia" y que su venta sería contraria a las perspectivas de crecimiento a largo plazo de la compañía.

El Gobierno portugués mantiene una participación del 2,4% en Portugal Telecom, que incluye la 'acción de oro', lo que le permite vetar ciertos acuerdos. El secretario de Estado de Comunicación, Paulo Campos, afirmó hace una semana que si el Estado fuese llamado para dar su opinión como accionista sobre la oferta lo haría en "sede propia", en una posible Junta de Accionistas o ante el consejo de la compañía portuguesa.