Cuba investiga a un contratista de EE UU por repartir teléfonos móviles

Reuters
Europa Press PortalTIC
Actualizado: jueves, 28 enero 2010 20:02

LA HABANA, 28 Ene. (Reuters/EP) -

Cuba investiga a un contratista del Gobierno estadounidense detenido a fines del 2009 por repartir teléfonos satelitales ilegales en la isla, dijo el jueves el canciller cubano, adelantando que los cargos en su contra representan "un grave delito".

Interrogado por periodistas en La Habana, el canciller Bruno Rodríguez no dijo si Cuba acusaría formalmente al contratista. "Está bajo investigación. No tengo nada que añadir", dijo el diplomático.

El subcontratista de una empresa que trabaja para el Gobierno de Estados Unidos fue detenido el 5 de diciembre y acusado de repartir equipos de comunicación satelitales a grupos de la sociedad civil en Cuba. "En cualquier lugar del mundo sería un grave delito lo que se imputa al que ustedes llaman contratista", dijo Rodríguez a reporteros.

"Según la legislación norteamericana, sería cuando menos un agente de una potencia extranjera", indicó. El Departamento de Estado ha negado que el contratista fuera empleado del Gobierno estadounidense o agente de inteligencia.

Pero su arresto enfrió las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, que el año pasado dieron tímidas señales de acercamiento bajo el presidente estadounidense, Barack Obama.

El presidente cubano, Raúl Castro, dijo que el arresto demuestra que Obama, que prometió "relanzar" los tensos vínculos con Cuba, no renunció a destruir la revolución cubana.

Cuba y Estados Unidos están enemistados desde la revolución liderada en 1959 por Fidel Castro, reemplazado hace dos años en el poder por su hermano menor Raúl.

Las autoridades cubanas acusan a Estados Unidos de apoyar a grupos de disidentes para socavar su sistema socialista.

El contratista detenido fue identificado como un subempleado de la empresa Development Alternatives Inc, que tiene un contrato federal para apoyar un "gobierno justo y democrático en Cuba".

Según el diario estadounidense The Washington Post se trata de Alan P. Gross, un consultor de proyectos de desarrollo de 60 años que había viajado a Cuba para facilitar el acceso a internet de grupos de la comunidad judía.

Los teléfonos satelitales que permiten transmitir voz y datos por fuera de las redes controladas por el Estado están prohibidos en Cuba.

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