MADRID, 22 Feb. (Portaltic/EP) -
Un programa emitido la semana pasada por la CNN ha dejado al descubierto la incapacidad de EE.UU. para protegerse ante un ciberataque a sus infraestructuras digitales. El programa, 'Cyber ShockWave', reunió a expertos en seguridad para probar cuál sería la capacidad de respuesta del país norteamericano ante un ataque de estas características.
'Cyber ShockWave', patrocinado por el Bipartisan Policy Center (BPC), se basó en la simulación de un ciber ataque a las empresas tecnológicas de Estados Unidos para comprobar la capacidad de reacción del Gobierno y el resultado fue desolador.
La situación es la siguiente: los teléfonos móviles de más de 20 millones de millones de personas han dejado de funcionar. A partir de ese momento, los acontecimientos se producen en cascada: ataques a entidades financieras, robo de bases de datos e identidades fiscales.
¿Se trata de un ataque armado? Si es así, ¿qué poder tiene el Gobierno para bloquear los teléfonos móviles afectados? Un grupo de expertos que emula un gabinete estratégico de la Casa Blanca tiene que actuar ante esta situación de crisis.
Tras media hora de reunión del simulacro de Consejo de Seguridad Nacional, el Fiscal General declara: "Nosotros no tenemos la autoridad suficiente como para poner en cuarentena los teléfonos móviles". El coordinador de la mesa se declara pasmado al escuchar estas declaraciones.
El juego de guerra continúa y el ataque, que es cubierto por un canal de noticias ficticio, GNN, se recrudece. Medio país sufre apagones, hay problemas en las refinerías de petróleo, etc. Mientras, los participantes discuten sobre la forma de regular el sector privado, el cual controla el 80 por ciento de la infraestructura digital del país.
Según recoge 'Portaltic.es' de la página web de 'The Washington Post', ex altos funcionarios de las administraciones republicanas y demócratas participaron en el juego de guerra. Uno de ellos, Stewart Baker, ex secretario asistente del Departamento de Seguridad Nacional, en el papel de 'ciber coordinador', asegura que el sector privado no está preparado para defenderse contra un acto de guerra cibernética y destaca el papel del Gobierno, en este sentido.
Otra de los participantes, Jamie S. Gorelick, fiscal general adjunto bajo la presidencia de Bill Clinton, la cual insistió en el tema de la privacidad individual al asegurar que durante una crisis, los estadounidenses no deberían confiar en comunicaciones si estás dependen de empresas privadas.
Según, John McLaughlin, que trabajó como director interino de la CIA en 2004 y en el simulacro actuó como director de inteligencia nacional, "la gente tiene problemas para entender las advertencias". En la misma línea, Joe Lockhart, ex secretario de prensa de Clinton y asesor presidencial durante la simulación, afirmó que es "bueno" que la gente se asuste con simulaciones de este tipo.
El juego de guerra se prolongó durante cuatros horas en el Mandarin Oriental Hotel de Washington, donde se celebró. La intención del BPC con esta acción era demostrar al público lo devastador que podría llegar a ser un ataque cibernético a las infraestructuras estadounidenses.
Video en CNN: 'http://cnn.com/video/?/video/tech/2010/02/16/am.interview.cy...'