JAÉN/GRANADA, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de lingüistas e informáticos de la Universidad de Jaén (UJA) y de Granada (UGR), liderado por el profesor Salvador Varela, está elaborando un corpus informático de errores de la lengua inglesa en hablantes de español que permita deducir las áreas de dificultad de los estudiantes de inglés, anotar los errores y planificar estrategias docentes concretas para subsanarlos a partir de una base experimental y mediante métodos informáticos.
En una nota, Andalucía Innova indica que es "difícil explicar" por qué alumnos que han estado expuestos a la docencia de inglés durante la mayor parte de su enseñanza reglada preuniversitaria, como es a menudo el caso en España, ofrecen un rendimiento bajo en la calidad de su inglés.
No obstante, los expertos apuntan a errores característicos relacionados con el uso o no de signos de puntuación, la omisión de letras, la conjugación del verbo, el uso de determinantes, el orden de los constituyentes oracionales y la selección de combinaciones léxicas.
Por eso, estos investigadores están elaborando una propuesta específica destinada a los hablantes españoles que permita propiciar clases "más eficientes", secuenciación de las clases en función de estos resultados, herramientas de evaluación o sesiones específicas para resolver errores concretos.
"Se trata de una herramienta para la mejora de la docencia, para la elaboración de materiales didácticos y está pensada para que cualquier profesor pueda utilizar el sistema descriptivo para ver qué tipo de errores aparecen, cuándo y en conjunción con qué otros", añade.
Dentro de los límites impuestos por el diseño de cada plan de estudios, estos datos permitirán diseñar los aspectos de la docencia a partir de cifras estadísticamente significativas. El diseño del anotador y las pruebas piloto corresponden a la tesis doctoral con Mención Europea de Ana Díaz Negrillo.
Así, apunta a un corpus cuyo volumen final previsto asciende a aproximadamente 312.000 palabras. El modelo de anotación de los errores admite expresiones cuya complejidad va desde seis niveles de error a alrededor de 600 etiquetas de error a medida que se les incorpora subclasificaciones.
En la práctica esto significa que se puede acceder a información de errores generales, como aquellos que consisten simplemente en una omisión, sea del elemento lingüístico que sea, pero también a errores específicos, por ejemplo los que tienen que ver con el uso de la tercera persona del singular del presente de indicativo de los verbos.
Una vez concluido el trabajo a lo largo de 2010, estará a disposición del Centro de Lenguas Modernas de la Universidad de Granada y de la Escuela Oficial de Idiomas de Jaén, así como de las universidades de Jaén y de Granada y de varios investigadores de universidades extranjeras como la Universidad Paris Diderot 7 o la Universidad de Tübingen.