MADRID, 1 May. (EDIZIONES/Portaltic) -
Perder al Flappy Bird es normal. Investigadores han demostrado que no obtener la mejor puntuación en juegos como Flappy Bird es normal, debido a la falta de precisión de las pantallas táctiles comparadas con el control físico de otros formatos de videojuegos.
Los investigadores de la Universidad Aalto, de Finlandia, han querido demostrar que los juegos en pantallas táctiles funcionan peor que los clásicos botones físicos de los mandos de videojuegos. “Una falsa creencia era que las pantallas táctilas son más lentas”, explica uno de los investigadores del proyecto, Byungjoo Lee, según recoge Phys.org. Para analizar este problema han recurrido al popular juego para móviles Flappy Bird. El grupo realizó una serie de experimentos que consistía en tocar la pantalla cuando aparecía un objetivo.
Tras realizar pruebas a los voluntarios, el grupo de investigación alcanzó la teoría de que la culpa residía en la falta de precisión de las pantallas táctiles. Detectaron tres problemas: el primero se basa en que este tipo de pantallas no permiten mantener una distancia constante entre el dedo y la interfaz ya que está en el aire y es prácticamente imposible dejarlo quieto.
En segundo lugar, detectaron que el momento de activación del botón no es predecible debido a la falta de una respuesta háptica: no sabemos si hemos activado o no el botón, a diferencia de un botón físico donde basta pulsar. Por último lugar, explican, el registro de la acción en la pantalla depende del 'software' y el 'software' puede tener errores o algunos segundos de retardo, a diferencia de un mando físico.
Según las pruebas realizadas por los investigadores, podría mejorarse notablemente el sistema de respuesta haciendo que se lleve a cabo en el momento exacto. Sin embargo, otros problemas como la imposibilidad de predecir la distancia entre el dedo y la pantalla, son complicados de solucionar. "Desafortunadamente, la teoría también sugiere que las pantallas táctiles no pueden ser capaces de superar las teclas físicas en el juego. La razón es que la distancia de desplazamiento del dedo varía y crea una fuente de imprevisibilidad", explica el investigador del estudio, el profesor Antti Oulasvirta.
