Consumidores piden una "investigación profunda" en el sector cárnico tras los casos de las trazas de carne de caballo

Actualizado: lunes, 25 febrero 2013 19:52

MADRID, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) y la Federación de Usuarios Consumidores Independientes (FUCI) han reclamado una "investigación profunda" en el sector cárnico europeo tras los casos de detección de trazas de carne de caballo en productos alimenticios, aunque lanzan un mensaje de tranquilidad, al entender que "no parece que pueda provocar un problema sobre la salud".

En declaraciones a Europa Press, el portavoz de CECU, David Hurtado, ha reclamado al Gobierno que exija a nivel europeo "una mayor vigilancia de los productos y un etiquetado más completo". Asimismo, ha insistido en que el hecho de que los consumidores tengan dudas de lo que comen supone "una amenaza" para la seguridad alimentaria.

Al conocerse las nuevas retiradas en España de productos con carne de vacuno presuntamente contaminadas con trazas de ADN de caballo, Hurtado ha afirmado que, aunque su discurso no cambia respecto al que llevan realizando desde que se conocieron los primeros casos, "ver que se trata de algo generalizado aumenta la preocupación".

Por su parte, el presidente de FUCI, Gustavo Samayoa, ha afirmado que se trata de un "fraude alimentario" porque "se está poniendo en la etiqueta algo que no corresponde", aunque coincide en apuntar que "no es una alerta alimentaria porque la carne de caballo es perfectamente comestible".

En cualquier caso, ha insistido en que "si están engañando al consumidor se puede considerar un fraude en la cadena alimentaria". Por ello, Samayoa ha reclamado que se exija "un control exhaustivo antes de etiquetar el producto como vacuno". "De lo contrario, ya no nos podremos fiar de nada", ha apostillado.

En cuanto a etiquetado, Samayoa ha explicado que "hay una norma europea que indica y obliga cuales son los mínimos de etiquetado que tiene que tener los productos y a partir de ahí cada Estado". Así, asegura que desde el Observatorio FUCI de Alimentación "no se pide que se revisen las normas, porque están bien", sino "que se cumplan" y "que se impongan sanciones a quienes se las salten".