ALMERÍA, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Junta de Andalucía ha impuesto sanciones que oscilan desde 50.000 a 120.000 euroa a un total de 24 empresas y 25 invernaderos de Almería después de que se detectara el uso de un plaguicida prohibido en partidas de pimiento exportadas a Alemania.
Concretamente, ha impuesto multas de entre 50.000 y 100.000 euros a las 25 explotaciones agrícolas de Almería clausuradas por uso del fitosanitario no autorizado isofenfus metilo en el cultivo de pimiento.
Las multas se elevan a 120.000 (el máximo permitido por la normativa) a las 24 empresas comercializadores donde los muestreos de producto resultaron positivos, incluidas las cinco sobre las que ya ha levantado la suspensión cautelar de la actividad.
Según informaron a Europa Press fuentes de la delegación provincial de Agricultura, las multas ya han sido notificada a los interesados, que cuentan ahora con un periodo de alegaciones que dilatará en dos meses la resolución firme de los expedientes administrativos.
Las mismas fuentes cifraron en un 20 por ciento de la producción de pimiento (estimada en 400 millones de kilos) la cantidad que ha sido arrancada en los invernaderos, bien por exigencia de la Junta de Andalucía, bien a iniciativa propia de los agricultores, sabedores de que no iban a poder introducir el producto en las plataformas comercializadoras de Almería.
Aunque aún es pronto (la campaña concluye en el mes de abril) para aportar exactitud a la cantidad de esta hortaliza que se ha dejado de vender desde que se desató la crisis el pasado 28 de diciembre, desde la Junta la contabilizan por el momento en torno a 60 millones de kilos de pimiento de diferentes variedades.
NUEVA ALERTA EN HUNGRIA
Acerca de la nueva alerta sanitaria activada por Hungría y notificada a la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) el pasado día 23 a pesar del control sobre las exportaciones impuesto el 28 de diciembre, desde la Junta de Andalucía en Almería argumentaron la imposibilidad de control sobre la venta a pie de invernadero.
Así, a la espera de que la Oficina de Seguridad Alimentaria húngara (MEHiB) remita los datos que permitan seguir la trazabilidad de las partidas encontradas en mercados de país y exportadas a través de operadores comerciales italianos, la administración autonómica descartó que el pimiento proceda de empresas con registro sanitario.
En esta línea, apuntaron hacia la venta clandestina y fuera de inspección de la que hay constancia en algunos invernaderos cuyos propietarios venden la cosecha a transportistas privados que se encargan de la distribución de la mercancía al margen de las plataformas tal y como han demostrado --sostienen-- las interceptaciones de varios de estos vehículos por parte de la Guardia Civil.
