MADRID, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -
WWF ha presentado diez claves para impedir que los viajeros se conviertan en cómplices del tráfico de especies durante las vacaciones. El objetivo de la organización es sensibilizar a quienes viajan al extranjero para extremar las precauciones en torno a la compra de recuerdos turísticos derivados de especies animales o vegetales e impedir que tengan un impacto en la biodiversidad. Por ejemplo, los productos elaborados con caparazón de tortugas marinas, los recuerdos de marfil o los objetos fabricados con pieles de felinos.
Según indica WWF, el tráfico de especies de fauna y flora es un negocio criminal similar al tráfico de drogas o armas, pero mucho menos perseguido y sancionado, a pesar de que mueve hasta 20.000 millones de euros al año. Esta práctica está llevando al borde de la extinción a cientos de especies de animales y plantas y es la segunda causa de pérdida de biodiversidad después de la destrucción de hábitat.
En la actualidad, existen grandes mafias organizadas en torno a este negocio, pero la demanda de los consumidores también contribuye a agravar esta amenaza. En numerosas ocasiones, los turistas desconocen la procedencia de los souvenirs que compran durante sus vacaciones y se traen de vuelta productos cuyo comercio es ilegal o que ponen en riesgo a las poblaciones naturales de los animales del país que visitan. Sin saberlo, se vuelvan cómplices de este crimen contra la naturaleza que está acabando con poblaciones enteras de especies como el elefante, el rinoceronte o el tigre, según apunta la organización.
Por eso, WWF presenta las 'Diez reglas de oro' del buen viajero: diez productos con los que se deben extremar las precauciones, junto con las preguntas básicas que se recomienda hacer antes de comprar cualquier producto para asegurar la conservación de la vida salvaje. Entre las diez reglas, la organización aconseja evitar la bisutería y las joyas elaboradas con caparazón de tortuga; evitar la compra de marfil en bruto, joyas o figuras fabricadas con los colmillos de elefantes, así como evitar la importación de pieles u otros objetos fabricados con el pelaje de felinos salvajes.
De esta manera, la ONG recuerda que el hecho de que un objeto esté en venta no significa que su comercio sea legal. De hecho, entre las preguntas que se deben hacer antes de comprar cualquier souvenir figuran averiguar si es necesario realmente comprar este producto, de qué está hecho, conocer su procedencia o si se precisa de algún permiso para adquirirlo.
Esta iniciativa se enmarca en la campaña 'STOP Tráfico de Especies' de WWF, que persigue luchar contra el comercio ilegal de animales y plantas silvestres y que, en la actualidad, cuenta con más de 66.000 apoyos. Además, la organización presentó recientemente su informe sobre el tráfico de especies en España, que ponía el foco en los especímenes con los que se comercian ilegalmente en nuestro país: mayormente, reptiles, angulas y aves.