MADRID 13 Jul. (EUROPA PRESS) - La asociación Ecologistas en Acción manifestó hoy su rechazo a los términos del nuevo Plan Nacional de Asignación de emisiones recientemente anunciado por el Ministerio de Medio Ambiente al considerar que "va contra el espiritu de Kioto" porque "pasa del objetivo de aumentar un 24% las emisiones de gases de efecto invernadero a un 37%, cuando el compromiso con Kioto es del 15%".
Según explica la organización, el objetivo del Gobierno, planteado en el borrador del plan, "es aumentar las emisiones en un 37% durante 2008-2012, repartidas de la siguiente manera: un aumento del 15% por el compromiso de Kioto, un aumento del 20% a cubrir con Mecanismos de Flexibilidad, y un 2% a cubrir con sumideros". Para la entidad, "este reparto supone que la esencia del Protocolo de Kioto, que era reducir las emisiones en los países desarrollados, responsables del calentamiento global que causa el cambio climático, queda pervertido, pues ese 20% de los Mecanismos de Flexibilidad representa conseguir créditos por emisiones que todavía no se han producido, y además fuera de nuestras fronteras".
Asimismo, Ecologistas en Acción advierte que consiguir ese 20% extra "va a costar a las arcas públicas entre 2.000 y 3.000 millones de euros, a pagar entre todos los ciudadanos, contraviniendo el principio "quien contamina, paga". Para la organización, con el contenido del nuevo plan, el Ministerio de Medio Ambiente "sigue aplazando a un futuro incierto el imprescindible cambio drástico de tendencia en las emisiones de CO2, y consecuentemente de nuestros hábitos de consumo".
La asociación cuestiona también la decisión del Ministerio, contenida en el nuevo plan, "de eliminar la prohibición a las eléctricas de realizar pools para compensar sus emisiones" y de prohibir "la subasta de derechos, lo cual significa que sale muy barato contaminar ya que los derechos asignados son gratuitos, incumpliendo de nuevo el principio 'quien contamina, paga'".
Asimismo lamentó que el nuevo plan omita "políticas reales en sectores difusos (transporte, residencial y servicios), que actualmente emiten un 65% más de lo que lo hacían en 1990" y advirtió que si no existe el compromiso tanto del Gobierno Nacional como de las comunidades autónomas y los ayuntamientos, "el ciudadano de la calle seguirá sin recibir señales serias de lo preocupante que es el problema del cambio climático".