Ingenieros de Montes piden mejorar prevención y gestión forestal frente a un gasto en extinción de más de 1.000 millones

Incendio en la Serra de San Mamede (Ourense)
CEDIDA - Archivo
Actualizado: sábado, 7 julio 2018 16:58

MADRID, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -

El decano del Colegio de Ingenieros de Montes, Eduardo Rojas Briales, ha reclamado una mejora de la gestión del monte así como incrementar las tareas dedicadas a la prevención de incendios, frente a un gasto en extinción que calcula que supera los 1.000 millones de euros.

Rojas ha destacado el éxito del operativo de extinción en España que incluso en los años de la crisis "no se redujo". Así, en una entrevista con Europa Press han indicado que España gasta en torno unos 1.000 millones, lo que supone aproximadamente el 40 por ciento del presupuesto total de extinción en Estados Unidos, que para el conjunto de su basto territorio es de unos 2.200 millones.

Por ello, a su juicio el debate no es si gastar más en extinción o no porque "no se necesitan más medios, sino mejores condiciones en el territorio" para evitar que se produzcan. El decano señala que el éxito de la extinción en España es casi total, pero el 1 por ciento de los fuegos que "se escapan, son fatales".

En este contexto, estima que cuanto mejor se apagan los incendios normales menor riesgo existe de que uno se escape, pero si eso se produce se vuelve muy difícil de apagar, sobre todo cuando las condiciones meteorológicas no permiten actuar a los medios aéreos.

Además, añade que cuando se producen en zonas donde el combustible está junto a las viviendas, lo prioritario es proteger a las personas, las ciudades y los bienes, de modo que se deja de lado la extinción del monte. Por eso, insiste en la importancia de la prevención y la gestión forestal a niveles que no superen las posibilidades actuales y futuras de la extinción. Entre las medidas de prevención, por ejemplo aboga por separar más las viviendas de las zonas con vegetación.

FUEGOS INGESTIONABLES

De hecho, ha añadido que las condiciones de cambio climático que agudizan las condiciones climáticas extremas provocan fuegos "tremendos" como el del año pasado en Pedrogao Grande (Portugal) que "se volvió ingestionable" y el propio viento del intenso fuego generó una tormenta de fuego que llegó "a kilómetros de distancia", agravando la situación.

Por ello, insiste en que la receta contra el fuego es mantener la vegetación en los límites de la capacidad de extinción y fomentar la prevención, mediante una adecuada gestión forestal y fomentando las utilidades de los productos procedentes del bosque, como un mayor uso de bolsas de papel, o edificaciones de madera o también la biomasa que "emite CO2" pero evita las emisiones procedentes de combustibles fósiles y ayuda a fijar población rural.

De hecho, dice el decano que no descubre "nada nuevo" puesto que desde tiempos casi prehistóricos "todas" las poblaciones gestionaban territorio, usaban y gestionaban la madera y la biomasa, mientras que en la actualidad, el "abandono" del monte genera una acumulación de biomasa que dificulta la lucha contra los incendios, tanto en prevención como en extinción.

En cuanto a la situación de este ejercicio, que distingue en tres épocas, ve positivo que a consecuencia de las abundantes lluvias y nevadas, en los meses de final del invierno no se han producido los habituales incendios de la cornisa Cantábrica, donde se hace "un uso muy potente" del fuego. Si bien, ha advertido de que la época de verano suele ser "mala" a pesar de que este año, por la humedad acumulada en el suelo podría ser más benévolo.

En todo caso, ha destacado que en Galicia, donde ha llovido muchísimo, en cuanto deje de llover puede haber problemas "importantes" pero alerta de que en el mes de septiembre y octubre los incendios en el noroeste y en el Cantábrico podrían "ser críticos".

"No podemos cantar victoria, aunque el hecho de que los embalses estén llenos de agua donde los hidroaviones pueden cargar agua, ya es de por sí, una buena noticia", ha comentado.

Por zonas, avisa de que en el centro y en el norte hay mucha vegetación herbácea mientras que en el este de la Península, donde apenas ha llovido, no hay apenas hierba. Una de las zonas en las que espera que no tenga grandes problemas es Aragón donde ha llovido bien y tarde, y eso es positivo porque no hay tanta vegetación acumulada.

"Estamos observando un desplazamiento de los incendios a zonas de pastos extensivos, también a zonas agrícolas. Se acantonan ahí y no tanto en las zonas arboladas. El problema de incendios en Galicia y Cantábrico se da, sobre todo en zonas de pastos", ha comentado.

EL EUCALIPTO NO ES EL ÚNICO CULPABLE

Para el decano de los Ingenieros de Montes, el eucalipto no es el principal "culpable" de los incendios en Galicia y recuerda que de hecho, las principales zonas forestales en la comunidad autónoma son la mitad norte, La Coruña y Lugo, que apenas se vieron afectadas por los fuegos de octubre.

Sin embargo, pese a las grandes extensiones de eucalipto existentes en la zona sur, sobre todo en las rías Bajas, considera que la cuestión no es solo la especie sino el hecho de que las viviendas y la zona forestal estén en pleno contacto. Rojas Briales afirma, en este sentido, que lo que más se quemó en 20017 en Galicia fueron abedules, robles y pastos, pero también todo tipo de vegetación en zonas urbanas.

De nuevo el decano ha ahondado en la importancia de la gestión forestal y de evitar el abandono forestal con distintas figuras de gestión que solucionen situaciones como por ejemplo el hecho de que se desconozca a los propietarios reales de los terrenos.

En su opinión, es preciso tener un "enfoque sureuropeo" que supere la gestión individual y por ejemplo, reclama la puesta en marcha definitiva del Consejo Forestal, que "está en la ley de Montes" pero que no se ha constituido a pesar del compromiso de ser constituido al inicio de la presente legislatura.

En este momento, señala que el proyecto ha salido "por tercera" vea a información pública y no entiende "por qué no se ha aprobado ya su el Real Decreto para su constitución".

"Con el nuevo Gobierno estar será la primera puerta que tocaremos porque la iniciativa tiene mucho potencial y no se puede perder más tiempo", ha comentado Rojas Briales que pide al Gobierno que se tome en serio esta figura "positiva" del Consejo Forestal.

"Esperamos que el nuevo Gobierno no trastoque los equilibrios de participación y que se pueda trabajar en comisiones o subcomisiones más pequeñas que lo hagan más operativo", ha deseado.

También requerirá al nuevo Ejecutivo que apueste por otras medidas para favorecer el monte como por ejemplo que la nueva Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea se tome en serio también el bosque, como elemento para luchar contra el abandono rural, así como el diseño de un marco fiscal "incentivador" del sector.

Rojas denuncia que en la actualidad la PAC es una fuente de recursos importante que solo destina el 3 por ciento a los bosques a través del desarrollo rural.

"La PAC debe compensar las externalidades de los servicios ambientales que generan los montes a largo plazo y dar la seguridad de futuro al campo. Esperamos un giro en la nueva PAC, porque España hasta ahora ha remado en contra del bosque", ha concluido.

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