ADAMUZ (CORDOBA), 12 (EUROPA PRESS)
La consejera de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Fuensanta Coves, dijo hoy que no descarta la posibilidad de trasvasar agua para el abastecimiento de la capital malagueña desde el pantano cordobés de Iznájar, el mayor de Andalucía y situado en el límite de la provincia cordobesa con las de Málaga y Granada.
En declaraciones a los periodistas, Coves reaccionó así al comentario que realizó el gerente de la Empresa Municipal de Aguas de Málaga (Emasa), José Luis Rodríguez, en cuanto a que, como "medida extrema" a desarrollar en caso de que la situación de sequía así lo aconsejara, se estudiaría la posibilidad de que se transvase agua desde el pantano de Iznájar hasta el embalse malagueño del Guadalhorce.
Ante esto, Coves, que inauguró hoy en los Montes Comunales de Adamuz un nuevo Centro de Defensa Forestal (Cedefo), argumentó que en la Junta están "dispuestos a considerar la propuesta que ha hecho el Ayuntamiento" de Málaga respecto al trasvase Iznájar-Guadalorce, "pero, como no se nos había hecho llegar con antelación, la propuesta que nosotros llevamos (al Comité de Gestión de la Sequía para Málaga) fue la de incrementar el impulso del agua desde La Viñuela hasta Málaga".
En cuanto a las ventajas y costes que implicaría el citado trasvase, en caso de realizarse, el gerente de Emasa ya detalló que aportaría un metro cúbico de agua por segundo, a través de una conducción de unos diez ó 12 kilómetros, que iría desde el pantano de Iznájar hasta el embalse de Málaga. Esta tubería costaría más de 20 millones de euros.
Asimismo, Rodríguez, quien precisó que esta medida sólo se contempla "en caso de que se viera que la situación de sequía empeora y no hay posibilidad de otros recursos", recordó que existen otros proyectos, como la creación de nuevos pozos en la zona del bajo Guadalhorce, y la elaboración de un plan para transportar agua hasta Málaga en barco, aspecto en el que "ya se está trabajando".
En este sentido, indicó que la posibilidad más inmediata sería la creación de nuevos pozos, cuyo plazo de ejecución estaría en "tres o cuatro meses", a lo que seguiría el plan para transportar agua en barco, teniendo en cuenta el tiempo necesario para su ejecución.