TOLEDO, 26 Jun. (EUROPA PRESS)
El vicepresidente primero del Gobierno de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, ante la reunión en Madrid de la Comisión Central de Explotación del trasvase Tajo-Segura, confirmó hoy que desde la región ya se ha expresado la voz de rechazo "absoluto" a un trasvase para regadío ya que en este momento "nos parecería fuera de lugar, falto de sentido y de responsabilidad".
Así lo indicó a preguntas de los medios con motivo de la presentación de un estudio sobre la valoración de los ciudadanos de las políticas públicas de Castilla-La Mancha, asegurando que hay que exigir que los posibles trasvases para beber conlleven un seguimiento "muy preciso" si se autoriza agua para beber, sobre a qué poblaciones, en qué momento y que modo de distribución.
Castilla-La Mancha, reconoció, ha hecho llegar su voz de rechazo "absoluto" a un trasvase para regadío ya que en este momento "nos parecería fuera de lugar, falto de sentido y de responsabilidad" porque la cabecera del Tajo en los embalses de Entrepeñas y Buendía, confirmó, está en 315 hectómetros cúbicos, "casi la mitad de lo que había el año pasado y con el verano por delante".
Por eso, Lamata consideró que "hay que priorizar abastecimiento a poblaciones" y por ello, y "con todos los respetos a los regantes y a los agricultores murcianos, hay que reservar agua para beber", y entre otras poblaciones, reservarlo para los murcianos "para que puedan beber también", así como en el resto del Levante, Castilla-La Mancha y Madrid.
La situación es "hipercrítica" en los pantanos, dijo el vicepresidente primero, con lo que ante cualquier planteamiento de trasvase para regadío el rechazo es "rotundo" ante cualquier opción. No obstante, explicó, hay que exigir que los posibles trasvases para beber conlleven un seguimiento "muy preciso" si se autoriza agua para beber y saber a qué poblaciones, en qué momento y que modo de distribución se utiliza.
"No nos vamos a oponer a trasvases para beber mientras haya agua", insistió, porque el agua "es de todos" y tiene que servir para beber "en primer lugar", aunque recalcó la exigencia de controlar el uso y destino de este bien, concluyó.