Narbona dice que la sequía en el Guadalquivir no tendrá las consecuencias de hace 13 años gracias a los avances

Actualizado: sábado, 31 marzo 2007 15:12

GRANADA, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, aseguró que la actual sequía en la cabecera del Guadalquivir "no está teniendo las mismas consecuencias que la de hace 13 años, cuando se produjeron cortes en el suministro de agua en España que afectaron a doce millones de personas, gracias a que, bajo su punto de vista, "se ha avanzado mucho" a lo largo de los últimos años.

En declaraciones a los periodistas en Granada, Narbona explicó que la modernización de los regadíos, las mejoras tecnológicas que permiten garantizar plenamente el suministro de agua potable en el litoral mediterráneo a través de las plantas desalinizadoras que están ya funcionando, y el incremento de la depuración son factores del avance que en esta materia se ha producido.

Así, aunque señaló que actualmente se atraviesa por el tercer año de sequía en la cabecera del Guadalquivir, donde las lluvias han decrecido de "una manera espectacular" respecto a años anteriores, provocando situaciones de restricción para el regadío, "no ocurre lo mismo", según manifestó, en la cuenca del Guadalquivir en su tramo final", en particular desde Sevilla hasta la desembocadura, lo que "comporta que no haya ningún problema en el abastecimiento al área metropolitana de Sevilla".

Según señaló, en las zonas en las que se nota esa restricción en la pluviometría de los últimos tres años, el Ministerio realiza obras de emergencia para garantizar la prioridad en la gestión de los recursos hídricos, que no se produzcan cortes en el suministro de agua a la población.

Y todas estas actuaciones y avances, según manifestó, son "nuevas respuestas" ante situaciones que, según sostuvo, "serán sin duda más frecuentes en el futuro". Al respecto, indicó que todos los estudios sobre los efectos del cambio climático, que en España se empiezan a notar, indican que en los próximos decenios habrá una menor intensidad en las lluvias en el país.

Este es, según valoró, el "gran desafío" al que se enfrentan los poderes públicos, que deberán reorientar en profundidad la política del agua para poder seguir manteniendo el suministro garantizado y la actividad económica vinculada al agua, según argumentó.