CASTELLON 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un perito encargado de elaborar un informe para la empresa Intal en 1997 declaró hoy en el juicio que se sigue por un presunto delito contra el medio ambiente en Castellón tras el vertido de residuos de esta mercantil en varias localidades de la provincia que no existen razones para calificar los residuos como tóxicos y peligrosos.
Según dijo, las sales fundidas de Intal sólo pueden producir una posible salinidad por lixiviación, "la cual deberá evaluarse en función del lugar o entorno donde se depositen", y, al respecto, añadió que si éstas se depositan en una planta potabilizadora de agua "podría haber peligro, pero no si se vierten en un vertedero controlado".
Así mismo, el perito explicó que los residuos de la empresa no reaccionan con el agua, por lo que, desde el punto de vista de la reactividad, son inertes. El testigo ratificó su informe, en el que señalaba que "no existen datos para asegurar que los suelos de La Plana de Castellón están contaminados".
Además, declaró que no está acreditado que los bloques de residuos depositados puedan salinizar las agua subterráneas, mientras que del polvo vertido, la parte soluble sería arrastrada por donde pueda circular el agua, y la no soluble quedaría en la superficie.
Por el contrario, el jefe del Servicio de Inspección de la Conselleria de Territorio de la Generalitat Valenciana aseguró que los residuos de Intal eran calificados como especiales en el Catálogo de Residuos de Cataluña, "por lo que son considerados con un índice de peligrosidad 2". En su opinión, dichos residuos reaccionan de forma importante con el agua y emiten gases tóxicos.