Los regantes del Tajo-Segura se oponen al oleoducto Cartagena-Puertollano "si no hay reciprocidad"

MURCIA 31 Jul. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Sindicato central de Regantes del acueducto Tajo-Segura (Scrats), Francisco del Amor, anunció hoy, en rueda de prensa, que han presentado alegaciones al proyecto del 'Oleoducto Cartagena-Puertollano (Ciudad Real, Castilla-La Mancha)' oponiéndose a su ejecución si no existe "una reciprocidad" solidaria de la comunidad vecina en relación al trasvase Tajo-Segura.

Del Amor contó que han presentado una serie de alegaciones a la Delegación del Gobierno en Murcia, en el área de Industria y Energía, sobre el 'Oleoducto de Destilados Cartagena-Puertollano', en el que piden a los poderes ejecutivo y legislativo de la Región de Murcia que le impongan las mismas restricciones que Castilla-La Mancha plantea para el trasvase Tajo-Segura.

Así, pidieron a los órganos de gobierno y legislativo de la Comunidad que "aprueben las disposiciones pertinentes que regulen la explotación de ese oleoducto, al igual que Castilla-La Mancha hace con el Tajo-Segura, estableciendo similares limitaciones y obstáculos y la misma fecha de caducidad" .

"Ellos piden que se cierre el Tajo-Segura en 2015, pero nosotros tenemos que ser solidarios con el oleoducto", se quejo. No obstante aseguró que no quieren confrontaciones, "sino reciprocidad y solidaridad con nosotros como la tenemos con ellos".

El trazado del oleoducto, alegan, atraviesa las zonas regables de varias Comunidades de Regantes integrantes del Scrats, como es la del Campo de Cartagena, y la del Pantano de la Cierva (Mula), entre otras.

En general, afecta, según el escrito, a todas las Comunidades de Regantes del trasvase, cuyo futuro "se está viendo gravemente amenazado a consecuencia de la insolidaria postura que, en relación a ese trasvase, está adoptando la Comunidad Autónoma de castilla-La Mancha".

Aún así, defendieron la "solidaridad entre los distintos pueblos de España, como uno de los principios fundamentales en los que se basa la convivencia", pero consideraron "evidente" que "eso exige una actitud recíproca", que "hoy por hoy no existe".

A su juicio, "no es razonable" que esta tierra tenga que soportar los riesgos, peligros y eventuales perjuicio que conlleva la instalación del oleoducto, que beneficia a una zona de Castilla-La Mancha, mientras que esa comunidad "pone todo tipo de obstáculos y limitaciones al trasvase Tajo-Segura e, incluso, pretende imponer una fecha de caducidad al mismo", concluyó.