Santiago sufrió ayer la jornada con una mayor superficie quemada desde que comenzó la oleada de incendios

La comarca de Santiago de Compostela sufrió el último día de agosto la jornada en la que ardió más superficie desde que comenzó la oleada de incendios a principio de ese mes, con más de 200 hectáreas quemadas en los tres fuegos que la capital gallega registró en las zonas de San Marcos, Boqueixón y San Juan de Fecha.

Así informó hoy el alcalde compostelano, Xosé Sánchez Bugallo, en una rueda de prensa en la que señaló además que se reactivó el equipo de coordinación forestal del ayuntamiento, que trabaja desde ayer en la extinción de los focos activos, que actualmente se reduce a uno.

El regidor municipal se mostró "preocupado" por la reaparición de los fuegos, que quemaron ya en la comarca compostelana 1.000 hectáreas en agosto, convirtiendo así la capital gallega en el ayuntamiento más afectado por los incendios.

Además, Bugallo destacó la "profesionalidad y eficacia" de los servicios de extinción, que evitaron que el fuego afectase a casas y personas en los incendios que arrasaron la capital desde el 4 al 15 de agosto.

Asimismo, indicó que cuatro patrullas vigilan "permanentemente" las inmediaciones de Compostela para alertar al servicio de bomberos y otros medios de extinción de los fuegos activos.

PLENO EXTRAORDINARIO

Por otra parte, Sánchez Bugallo reiteró que el próximo lunes convocará un pleno extraordinario de la corporación municipal, que se prevé que se celebrará a finales de la próxima semana, en el que se habilitará un crédito para hacer frente a los diversos gastos derivados de la extinción de los incendios forestales que afectaron al municipio.

Según detalló hoy el Ayuntamiento compostelano, la cuantía que se solicitará ascenderá a 600.000 euros, aunque en total los gastos ocasionados por la oleada de incendios ascienden a 900.000 euros.

El crédito servirá para destinar 200.000 euros a afrontar los gastos de personal, mientras que el resto de la cantidad reclamada tendrá como objetivo cubrir los costes que ocasionan las actividades de repoblación y reforestación de las zonas afectadas.