Bugallo asume que la acampada del Obradoiro no acabará este martes e insta a los 'indignados' a fijar una fecha

Reconoce que solo puede "acotar el problema" y abre la puerta a ver la situación "de una forma más favorable" si cambia la ubicación

Acampada Obradoiro
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Actualizado: martes, 31 mayo 2011 16:28

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 31 May. (EUROPA PRESS) -

El alcalde en funciones de Santiago, el socialista Xosé Sánchez Bugallo, asume que la acampada del movimiento 15 de mayo en la Plaza del Obradoiro no acabará este martes, por lo que insta a los 'indignados' compostelanos a fijar una fecha de abandono para poner un final "pacífico y voluntario" a la situación, que califica de "problema".

Preguntado por ese día para abandonar la plaza --a cuestiones de los periodistas tras reunirse con la presidenta del Parlamento, Pilar Rojo-- Sánchez Bugallo insiste en que para él "la fecha sería hoy" -por este martes--. "Pero, contando con que no sea hoy, espero que sea lo antes posible", destaca.

Una vez superados sendos plazos límite marcados por la propia asamblea del movimiento en Santiago --el día 22, en primer lugar, y el siguiente domingo, 29, a continuación--, el regidor en funciones expresa que lo que le "gustaría" es que "dieran una fecha, y que esa fecha fuera, de verdad", en la que efectivamente desalojasen la histórica plaza.

El pasado viernes, día 27, Bugallo consideró que la acampada en la capital gallega ya pasaba "de castaño a oscuro" y lanzó el ultimátum de desalojo el domingo 29. A continuación, los propios manifestantes dieron a conocer que, en una comunicación con el delegado del Gobierno, Miguel Cortizo, el primer edil compostelano pedía que la expulsión de la plaza se produjese no más tarde de este martes 31.

Pero ahora, tras reconocer que la Delegación del Gobierno y el propio Ministerio del Interior son "reacios" a la intervención --"no son partidarios de intervenir", ha reiterado este martes--, el alcalde en funciones de Santiago vuelve a apuntar a un final "pacífico y voluntario" de la acampada.

"Me gustaría que ellos fijaran una fecha para dejar la plaza del Obradoiro y que por lo tanto pudiéramos dar una solución pacífica y razonable", incide, tras reiterar que, pese a su "absoluto respeto" por la protesta y por el ejercicio de la libertad de expresión, "esta ciudad no puede prescindir de la Plaza del Obradoiro".

"Alguna salida tendrá que tener que permita que el conjunto de la ciudadanía pueda recuperar su uso", abunda, en contra de que su utilización sea "exclusivamente para aquellos que la tienen ocupada".

Con Bugallo está de acuerdo quien será su sustituto al frente de la Alcaldía compostelana, Gerardo Conde Roa, quien también ve necesario el desalojo de la Plaza del Obradoiro y sitúa la pelota en el tejado de la Delegación del Gobierno en Galicia, que es quien tendría competencias en la materia.

NUEVA VÍA DE SOLUCIÓN

No obstante, en declaraciones a los medios de comunicación al término de un encuentro con Rojo en la Cámara gallega, Sánchez Bugallo abre la puerta a una nueva vía de solución: "Hombre, sin necesidad de ir a Vigo, a lo mejor si se van del Obradoiro yo también estaría dispuesto a verlo de una forma más favorable", señala, en relación a las declaraciones en las que bromeó con ofrecer toma de agua y luz a los 'indignados' si estos se marchan a la ciudad olívica, donde el Ayuntamiento sí suministra dichos servicios.

Con todo, el todavía regidor prefiere no responder interrogado sobre si el consistorio santiagués baraja ubicaciones alternativas --en Vigo, las tiendas de campaña se trasladaron del cruce de las calles Urzáiz y Príncipe a la Praza do Rei--. "No me líes", resuelve ante las preguntas de los periodistas.

"EVITAR QUE EL PROBLEMA VAYA A MÁS"

Así las cosas, después de constatar que "a juicio" de la Delegación del Gobierno y del Ministerio del Interior "no se dan las condiciones que justifiquen esa intervención" que pretendió en su momento, Xosé Sánchez Bugallo reconoce que las competencias de la corporación local solo permiten "acotar el problema y evitar que el problema vaya a más".

"Cada uno tiene su responsabilidad", señala y alude a que, en la Comunidad gallega --a diferencia de lo que ocurre en Cataluña y País Vasco-- "la seguridad de los espacios públicos" recae sobre el Gobierno central. "Es el que puede ejercerla", subraya.

Llama la atención sobre el hecho de que el caso de Santiago "es el mismo de Madrid y de otras ciudades españolas". Frente a esto, admite que el gobierno municipal, "con sus medios, recursos y competencias", lo que puede y "trata" de hacer es "acotar el problema". Con este fin, el Ayuntamiento instaló vallas que separan la acampada del Pazo de Raxoi, sede del gobierno local.

"Tampoco me gustaría que hubiera ninguna actuación que implicara la violencia, pero sí que en un momento determinado y lo antes posible se devuelva esa plaza a todos los ciudadanos de Compostela", finaliza.

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