Los 37 bangladeshíes que huyeron hace tres meses a los montes de Ceuta prefieren "morir antes que ser deportados"

Actualizado: jueves, 15 noviembre 2007 18:12

MADRID, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -

Los 37 ciudadanos bangladeshíes que permanecen desde hace tres meses en un campamento clandestino desde el pasado agosto en los montes de Ceuta para evitar ser deportados prefieren "morir antes que ser repatriados", según manifestó a Europa Press uno de los asiáticos, Mamun Mohamuud.

"No queremos volver ha Bangladesh. Hemos perdido todo el dinero que nuestra familia invirtió para que viniéramos a España (5.000 euros). No puedo volver a casa. Mejor morir aquí antes que regresar", señaló este joven de 24 años.

Estos 37 asiáticos, de edades comprendidas entre los 19 y 44 años, escaparon el pasado 18 de agosto del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta, en el que llevaban cerca de dos años, para evitar ser repatriados.

Actualmente, 33 de ellos viven en tiendas de campaña improvisadas en un campamento clandestino, mientras que los otras cuatro han vuelto a dormir en el CETI, aunque pasan el resto del día con sus compatriotas.

Asimismo, Mamun Mohamuud destacó que se encuentran "tristes pero también fuertes", y añadió que sólo quieren que las autoridades españolas les trasladen a la Península para poder trabajar y mandar dinero a sus familias. "No queremos nada más", sentenció el joven.

Del mismo modo, explicó que vinieron a España huyendo de la pobreza y de las inundaciones de Bangladesh, país donde tampoco tenían trabajo.

Por su parte, la portavoz Ferrocarril Clandestino (FC), Marina Orfila, manifestó a Europa Press que los inmigrantes, después de vivir tres meses en los montes, se encuentran "desgastados y cansados psíquicamente". También dijo que estos bangladeshíes viven "en muy malas condiciones" debido a la escasez de alimentos, la falta de agua potable y el frío.

Además, Orfila recordó que el pasado 19 de octubre se reunieron con el director del gabinete del Ministerio del Interior, Gregorio Martínez Garrido, quien se comprometió a buscar una solución para estos inmigrantes, si bien, añadió Orfila, la "respuesta no llega".