Un acusado de matar a golpes y decapitar a una prostituta: Fue "involuntario"

Audiencia de Barcelona
JUSTICIA
Actualizado: lunes, 17 diciembre 2012 18:58

Tiró la cabeza en un contenedor de basura y guardó el cadáver durante diez días


BARCELONA, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -

El acusado de matar a golpes y después decapitar a una prostituta en Sabadell ha declarado, en el juicio con jurado popular que ha empezado este lunes en la Audiencia de Barcelona, que su actuación fue "totalmente accidental e involuntaria" y se ha escudado en que durante todo el día había consumido entre dos y cuatro gramos de cocaína y diversas copas.

En su escrito de acusación, la Fiscalía mantiene que el acusado la agredió con la "clara intención de acabar con su vida" aprovechándose de su superioridad física, por lo que ha pedido una pena de 14 años de cárcel por un delito de homicidio.

Jorge L.F. ha explicado que la víctima --una prostituta con quién acababa de tener relaciones sexuales-- intentó aprovechar que estaba bajo los efectos de la droga para robarle una cantidad importante de dinero, lo que desató un forcejeo entre ambos.

Según el acusado, le pidió "por favor" que se lo devolviera y, cuando ella intentó huir con el dinero, se lo impidió y le golpeó la pierna, lo que provocó que se cayera al suelo y su cabeza impactara con un mueble.

Después, ha relatado el acusado, se fue de casa para conseguir más cocaína y, cuando volvió, cortó la cabeza del cadáver de la víctima y la tiró a un contenedor cercano a la vivienda, una decisión que ha vuelto a atribuir a las drogas: "Si hubiese estado en un buen estado de conciencia hubiera llamado a los Mossos, a la Policía o a una vecina".

El acusado escondió el cadáver detrás de un armario de la cocina, ha reconocido, y lo envolvió con poliuretano que compró especialmente con el fin de intentar aislarlo.

Diez días más tarde, Jorge L.F. confesó al novio de su sobrina que la víctima había fallecido accidentalmente en su domicilio, y éste alertó a los Mossos d'Esquadra, que lo detuvieron horas más tarde.

Según la versión del Ministerio Público, el acusado sabía lo que hacía cuando cometió el homicidio y, durante los 10 días posteriores al crímen, "dejó el cadáver en la cocina para pensar qué hacer con él".

A preguntas de la Fiscalía el acusado ha explicado que decidió acudir a la policía porque no podía vivir con lo que había hecho y ha negado que fuera por no saber qué hacer con el cadáver cuando éste empezó a oler.