MÁLAGA, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
El instructor de las diligencias iniciadas tras la detención del británico Tony Alexander King, acusado de la muerte de Rocío Wanninkhof, aseguró esta mañana en el juicio que "ningún elemento me permite decir que en esos hechos hayan intervenido otras personas". Otro de los agentes de la Guardia Civil, que declaró hoy y que participó en la investigación cuando desapareció la joven de Mijas (Málaga), indicó que "no hay vestigios de que fueran más personas" las que llevaron a cabo la agresión, aunque no descartó la participación de más de una.
Así, el teniente de la Guardia Civil que actuó de instructor en la detención del británico manifestó que éste "disfrutó con la declaración que hizo" ante los agentes del Instituto Armado, en la que confesó, entre otros hechos, el crimen de Rocío, y consideró que se trató de un testimonio "sincero", en el que dijo que en los momento de la agresión se sentía "como un cazador que está acechando a sus presas" y que recordaba a las chicas muertas "y se excitaba". Aseguró que reconoció que el móvil del crimen fue sexual y aseveró que King fue "espontáneo" a la hora de ofrecer datos y se mostró "entusiasmado, bebiendo una Coca-Cola", como si estuviera "descargando" con sus manifestaciones.
El agente, que declaró como testigo en el juicio con jurado popular que se sigue en la Audiencia de Málaga, negó rotundamente, a preguntas de las partes, que el acusado fuera maltratado o coaccionado para declarar lo que los investigadores querían, tal y como dijo ayer el británico en su declaración, y reiteró que no puso trabas para firmar su declaración y "en ningún momento" se quejó a ningún abogado del trato dado en las dependencias de la Benemérita.
Así, recordó que King relató cómo ocurrieron los hechos desde que tuvo el accidente con su coche y tuvo que recurrir al de una amiga --de la misma marca Ford Fiesta--, hasta cuando trasladó el cadáver tanto la primera vez a la zona de Elviria como la última, a los Altos del Rodeo, en Marbella (Málaga), donde fue encontrado el cuerpo de la joven el 2 de noviembre de 1999.
El testigo dijo, asimismo, que el acusado explicó cómo unió las bolsas de basura en las que se encontró el cadáver de una manera "muy característica" y añadió que esa forma "coincide" con cómo se encontraron los plásticos, algo que "no se sabe si no se ha hecho". Además, precisó que en las dos declaraciones ante la Guardia Civil, King "nunca hizo referencia a terceras personas" y especificó que se detuvo a Robert Graham, amigo del anterior, porque "nos dijeron que él tenía sospechas de que King lo había hecho".
En este punto, aclaró que la investigación realizada tras la detención de King para determinar una posible relación con Dolores Vázquez, anterior acusada y exculpada del caso, descartó cualquier relación entre ambos, así como con Graham. Aseguró que se investigó tanto una posible conexión bancaria como a través de llamadas telefónicas y que se rechazó dicha vinculación. Además, tampoco se constató relación entre ellos en Inglaterra.
El agente declaró que las rodaduras de coche halladas en el lugar de los hechos, sobre los restos de sangre, se podrían corresponder con las ruedas de un Ford Fiesta. Asimismo, añadió que había que conocer "un poquito" la zona donde apareció el cuerpo para llegar hasta allí.
LUGAR "EXTRAÑO"
En este sentido, los otros tres agentes de la Guardia Civil que declararon hoy en el juicio fueron más allá y consideraron "extraño" el lugar elegido para dejar el cadáver. "Tenía que conocer la zona. No es el sitio más adecuado", aseguró el instructor de las primeras diligencias realizadas en 1999, quien aseguró que "no es difícil de encontrar pero no se ve, por lo que o se conoce o te lo pasas".
Este instructor fue uno de los que acompañó a King en una reconstrucción de los hechos, momento en el que les llevó, según dijo hoy, a la playa Riviera del Sol, lugar donde tiró la navaja; al taller donde arregló el coche y a la zona de Elviria, donde trasladó en primer lugar el cuerpo. Esa noche, King comentó que "se le aceleraba el corazón cuando agredía", según el agente, quien ratificó que la zona donde se produjo el ataque era oscura.
Respecto a las bolsas de basura, tanto éste como el jefe de Homicidios de la Guardia Civil en 1999 aseguraron que eran de tipo industrial y que no se encontraron similares en la casa de King, aunque sí determinaron en la anterior investigación que Vázquez las usaba, según una testigo.
INDICIOS ANTERIORES
El abogado de la defensa preguntó a todos los agentes por una pegatina hallada donde el cadáver, por el número de puñaladas que recibió la joven, por un pañuelo de papel manchado de sangre de Rocío encontrado donde ocurrieron los hechos y por dos jóvenes que vieron con el coche de Dolores Vázquez, elementos que fueron indicios en el juicio contra ésta última.
Así, respecto a las puñaladas, tanto el responsable de Homicidios como el instructor en 1999 señalaron que el número y la situación muy unidas denotan "rabia" y "saña". Además, los tres agentes que investigaron cuando la muerte de la joven ratificaron que vieron a dos jóvenes donde sucedieron los hechos en actitud sospechosa, que llegaron y se fueron del lugar con un coche, que según se comprobó, posteriormente, era de Dolores Vázquez.
Asimismo, el jefe de Homicidios indicó que en un plano subjetivo, el hecho de que la joven se limpiara la sangre tras una primera agresión se puede entender como que hay un conocimiento entre víctima y autor, aunque los agentes constataron que no se ha comprobado la existencia de una vinculación entre Rocío y King.
Los otros ocho guardias civiles que tenían que declarar hoy han sido citados para mañana, día en el que también estaban previstas las testificales de la ex mujer de King, Cecilia Pantoja; de su hermana, de otros dos testigos y de nueve agentes de la Policía Nacional.