MADRID, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -
Unas 300 personas asistieron esta tarde a la concentración organizada por la Plataforma 'Rosas Blancas por la Dignidad' a escasos 100 metros del Congreso --donde en esos momentos daba comienzo la sesión de control al Gobierno-- para exigir a José Luis Rodríguez Zapatero que abandone el proceso de "rendición" ante la banda terrorista ETA y que "esclarezca" los atentados del 11-M, el mismo mensaje que ya lanzó el pasado 10 de junio la manifestación que la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) celebró en la Plaza de Colón.
Entre los asistentes a la cita destacó la presencia del presidente de Hazteoir.org, Ignacio Arsuaga; del de la AVT, Francisco José Alcaraz; de la profesora de Sociología de la Universidad del País Vasco, Gotzone Mora, del ex sacerdote de Maruri, Jaime Larrinaga; de Marimar Blanco, la hermana de Miguel Ángel Blanco; de Macarena Muñoz; hija del coronel médico Antonio Muñoz Cariñanos, y de Ramón Dávila, hermano del teniente coronel Fidel Dávila.
A la convocatoria de la plataforma, una iniciativa de Hazteoir.org, se unieron, además de las AVT, la Asociación de Ayudas a las Víctimas del 11-M y la Fundación Unidad y Diversidad, así como más de 50 entidades, entre ellas el Foro de Ermua.
Gritos de 'Negociación, en mi nombre ¡No!' dieron paso minutos después a la lectura por parte de Alejandro Campoy Osset, el ciudadano anónimo que depositara hace un par de semanas dos rosas blancas manchadas de sangre (mercromina) en el escaño de Zapatero en el Congreso, del manifiesto de 'Rosas Blancas por la Dignidad' que dio inicio a la concentración.
Ya como portavoz de esta plataforma, Campoy presentó a 'Rosas por la Dignidad' como una iniciativa social y ciudadana que surge con el ánimo de "hacer sentir a todas las víctimas del terrorismo el apoyo del conjunto de la sociedad española". Asimismo, dijo que sus miembros asumen como suyos los valores de "memoria, dignidad y justicia", a los que incorpora los valores constitucionales de "libertad, igualdad y pluralismo político".
"Memoria, porque si alguna vez hay paz, será por los que murieron por ella; Dignidad, porque no se puede entender ningún proceso político sin tomar como punto de partida la dignidad de todo ser humano, y Justicia, porque no es posible conceder a los criminales aquello que han buscado mediante el terror a cambio de ninguna clase de falsa paz", citó Campoy.
Y, continuó, "Libertad, porque es una premisa indispensable para cualquier situación de paz; Igualdad, porque nadie puede estar por encima de las leyes para hacer o deshacer a su antojo, y Pluralismo Político, porque es imprescindible romper con la dinámica de enfrentamiento entre dos mitades del país agrupadas bajo banderas de determinadas facciones políticas".
CONSIGNAS CONTRA EL GOBIERNO
Mientras desgranaba cada uno de los valores por los que lucharán desde esta plataforma, los congregados no dejaban de gritar consignas en contra de la decisión del Gobierno de un diálogo con ETA y en contra de la propia banda terrorista y la ilegalizada Batasuna, pero también a favor de conocer la verdad sobre el 11-M.
'España merece otro presidente', 'Rendición en mi nombre ¡No!, 'No son vascos, son asesinos', 'ETA y Batasuna, son todas una', 'Con asesinos no se negocia' o 'Queremos saber la verdad' fueron algunos de los gritos que se escucharon entre los asistentes que portaban banderas de España, alguna que otra navarra e ikurriñas, así como pancartas con mensajes parecidos a las frases que lanzaron contra el Gobierno y ETA.
Tras Campoy, intervino en la concentración Macarena Muñoz Cariñanos, hija del coronel médico Antonio Muñoz Cariñanos, asesinado por ETA el 16 de octubre de 2000 en Sevilla. Durante su alocución, una de las más aplaudidas, Macarena se dirigió al presidente del Gobierno, al que tachó de "cobarde" por ser "blando con los de las pistolas" y "duro con los que no tenemos más armas que nuestra palabra".
Tras señalar que las víctimas no se resignarán "a vivir de rodillas",le recordó a Zapatero la siguiente frase de su programa electoral: "Rechazamos cualquier negociación que implique el pago de un precio político democrático para el fin de la violencia", tras lo que le reclamó que, a este respecto, "cumpla con su palabra".
Macarena Muñoz dio el testigo a Ramón Dávila, hermano del teniente coronel Fidel Dávila, asesinado por ETA en Madrid hace hoy 13 años, quien dijo sentirse "traicionado" por un presidente que "da la espalda a las víctimas" y "prefiere rendirse antes de luchar por la libertad y la paz".
Tras él intervino Eloy Morán de la Fuente, víctima y miembro de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, quien dijo estar "desilusionado" por un Gobierno "que no escucha" a las víctimas de unos atentados sobre los que hay "poca claridad" y "muchas lagunas". Por ello, pidió "saber la verdad" sobre lo que ocurrió "sin obstáculos", como el que, según él, puso ayer la fiscal del caso Olga Sánchez al pedirle al juez instructor que cierre las investigaciones.
APOYO DE LOS ASISTENTES A MARIMAR BLANCO
Gotzone Mora y Marimar Blanco fueron las encargadas de cerrar la concentración. Los gritos de 'valiente, valiente' dirigidos a la concejal socialista del Ayuntamiento de Getxo dieron paso a un discurso en el que pidió al Ejecutivo que no haga "concesiones a Josu Ternera, Arnaldo Otegi o a cualquiera que representa a la banda terrorista". Asimismo, aseguró que en este proceso "no caben las medias tintas: o se está con las víctimas o se está con los verdugos".
La presencia de Marimar Blanco, en un principio no esperada, fue enormemente aplaudida. Los asistentes lanzaron numerosos mensaje de apoyo a la familia del concejal del PP, secuestrado y asesinado por ETA el 12 de julio de 1997, después de que esta semana se celebrase el juicio contra sus presuntos asesinos. 'Miguel Ángel Blanco, no te olvidamos' o 'Familia Blanco, estamos con vosotros' lograron arrancar una sonrisa a su hermana.
Durante su intervención instó a Zapatero a no hacer "oídos sordos" ante "el mensaje de ayer de 'Txapote'", quien, al término del juicio que culminó ayer en la Audiencia Nacional, aseguró sentirse "orgulloso de ser militante de ETA" y dijo que "seguirá con la lucha armada mientras Euskal Herria no sea independiente". Zapatero, insistió Marimar, "no debe hacer oídos sordos al pensamiento de muchísimos asesinos".
Por último, el presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, aseguró que, tal y como dijo Rodríguez Zapatero, este proceso será "largo y duro" pero para quienes "lo vamos a asumir, los que no nos rendimos ante ETA". Dicho esto, pidió la dimisión de la directora de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, por decir que "ha confirmado la voluntad de que los presos están a favor de este proceso de paz". Todo lo contrario, dijo, quedó evidenciado ayer en el juicio contra 'Txapote' y 'Amaia'.
Tras los discursos, todos los congregados guardaron un minuto de silencio en memoria de las víctimas de ETA y del 11-M, mientras un grupo de jóvenes repartía a las puertas del Congreso rosas blancas manchadas con mercromina entre todos los diputados que accedían al mismo para participar en la sesión de control.
