Bosque de Bsharre, en el Líbano, donde las amebas encontradas son más vulnerables - NURA ELKHOURI VIDARTE / RJB-CSIC
MADRID, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las amebas tecadas favorecen la resiliencia de los bosques de cedro del Líbano frente al impacto humano y el cambio climático, según un estudio del Real Jardín Botánico (RJB-CSIC).
El trabajo ha mostrado la importancia del equilibrio hídrico-energético en los ecosistemas, utilizando como protistas como las 'Arcellinida' --amebas tecadas lobosas-- para el mantenimiento de estos bosques, que tienen más de 4.000 años de historia y se sitúan a diferentes altitudes.
Las 'Arcellinida 'desempeñan "un gran papel" en el mantenimiento del ecosistema global según los investigadores que señalan que en el suelo, estas protistas son "importantes" depredadores, con un papel "clave" en la conformación de las comunidades microbianas, la fijación de carbono y el ciclo de nutrientes, entre otros. Sin embargo, han señalado que los factores que influencian su diversidad son poco conocidos, en particular los efectos del clima local.
El estudio, publicado en 'Microbial Ecology', ha mostrado la riqueza y la diversidad filogenética de las 'Arcellinida' siguiendo una distribución unimodal, con un pico de elevaciones medias. Así, la precipitación y la evapotranspiración real se identificaron como impulsores claves de la variación de estos organismos, lo que respalda la hipótesis de este equipo investigador del balance agua-energía.
En concreto, el bosque más húmedo, el de Shouf, fue el más diverso y tuvo las amebas más heterogéneas. También presentó el mayor número de especies. Por el contrario, los sitios situados en la humedad y las temperaturas más bajas, como el de Bsharre, tuvieron una diversidad anidada dentro de otros bosques. Estos resultados sugieren que las amebas que se encuentran en el bosque de Bsharre son más vulnerables porque su menor diversidad implica una menor redundancia funcional.
Además, el bosque de Shouf, situado en una reserva natural que alberga especies animales altamente amenazadas como la hiena rayada, el damán de Cabo o la gacela de montaña. El contexto actual de los ataques israelíes al Líbano pone en peligro la alta biodiversidad de este bosque, ya que varias poblaciones aledañas sufrieron bombardeos.
La investigadora del RJB-CSIC, Nura ElKhouri Vidarte, ha señalado que pensaban que estos ecosistemas constituían "un escenario perfecto para probar hipótesis macroecológicas, como el equilibrio agua-energía". "Recolectamos 123 muestras de cuatro bosques de cedros, Bsharre, Tannourine, Shouf y Ehden, situados a lo largo de un gradiente altitudinal", ha apuntado.
Por su parte, el investigador del RJB-CSIC, Fernando Useros, ha explicado que "en climas mediterráneos, el clima más cálido y húmedo sustenta una mayor diversidad de 'Arcellinida', mientras que los sitios de alta o baja altitud albergan generalistas". "Esto es particularmente importante en un contexto de cambio climático donde estos ecosistemas enfrentan amenazas significativas por la reducción de la disponibilidad de agua y la pérdida de biodiversidad", ha añadido.
Asimismo, el científico del RJB-CSIC, Enrique Lara, ha señalado que "los protistas desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento del ecosistema a través de sus diversas funciones, como por ejemplo el ciclo de nutrientes en el suelo forestal".
"Por lo tanto, una reducción en el número o en la diversidad funcional de estos protistas limitaría el flujo de nutrientes, desde la hojarasca hasta las rizosferas vegetales, y la fertilidad del suelo. El aumento de calor, las sequías y los incendios forestales asociados al cambio climático o a la guerra pondrían en serio peligro estos bosques únicos que han contribuido a la historia de la humanidad desde hace más de 4.000 años", ha concluido.