CASTILLA LA MANCHA/SEVILLA, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
La región andaluza es, con un total de 19 víctimas, la comunidad en la que más mujeres fueron asesinadas por sus cónyuges o ex parejas a lo largo de 2006, según los datos de un estudio del Centro Reina Sofía para los Malos Tratos recogidos por Europa Press.
Tras ella se sitúan Cataluña, con once víctimas, y la Comunidad Valenciana, con ocho muertes de estas características, mientras que en Castilla y León se registraron tres casos, concretamente en las provincias de Valladolid, Burgos y Ávila.
Asimismo, en Burgos y Ávila, se registró una muerte cada una mientras que en las provincias de Soria, León, Zamora, Salamanca, Palencia, Segovia, no hubo ninguna víctima de este tipo de crímenes.
En total, en el conjunto de España el pasado año fueron asesinadas 69 mujeres, lo que representa un incremento respecto a 2005 del 13'11 por ciento, ya que en el año anterior la cifra de asesinatos de mujeres por sus de pareja fue de 61.
En términos relativos, es decir, la relación entre los casos de asesinato de mujeres cometidos por sus parejas o ex parejas con la población de mujeres mayores de 14 años, la prevalencia resultante de la Comunidad es de 2'65, un dato que contrasta con Baleares, con 7'16, o con Aragón, con 1'79.
ENTRE 35 Y 44 AÑOS
El estudio del Centro Reina Sofía analiza las características de las víctimas, la mayoría de ellas con una edad de entre 35 y 44 años, de nacionalidad española, el 70'59 por ciento frente al 29'41 provenientes de otros países, y con un trabajo no cualificado en el 66'67 por ciento de los casos.
Además, en muchos casos existían antecedentes de malos tratos, y es que el 44'93 ciento de las mujeres asesinadas los habían sufrido previamente, el 77'42 por ciento de estas mujeres habían denunciado a su agresor y uno de cada diez asesinos tenía en el momento del crimen una orden de alejamiento.
En cuanto al agresor, según los datos del estudio, por cada millón de hombres entre 35 y 44 años, siete asesinaron a sus parejas o ex parejas en 2006, mientras que el 76'81 por ciento de los asesinos eran españoles, frente al 23'19 por ciento procedente de otros países.
El 60 por ciento de los agresores tenían un empleo no cualificado, cuatro de cada diez contaba con antecedentes policiales y tras cometer el crimen, el 66'67 por ciento de los asesinos fue detenido por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, el 21'74 por ciento se suicidó y el 10'14 por ciento lo intentó sin éxito.
