BARCELONA, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
El diseñador catalán Armand Basi y el venezolano Hannibal Laguna mostraron a última hora de ayer sus propuestas urbanas y vestidos largos inspirados en el pasado para la próxima temporada de otoño invierno en la Pasarela Barcelona, que abrió su primera edición en la sala anexa del Palau Sant Jordi con los desfiles de Antonio Miró y TCN.
Armand Basi, con Juste de Nin como director creativo, y los diseñadores Josep Abril y Miriam Ocáriz como colaboradores, exhibió prendas urbanas, dirigidas a un público joven, con cortes geométricos y rotundos inspirados en las vanguardias del siglo XX.
Sobre una pasarela austera y al ritmo de música electrónica, modelos con expresión dura en sus rostros y el pelo recogido en una sencilla cola de caballo lucieron vestidos ligeros, chaquetas con botonadura cruzada, pantalones pitillo, abrigos largos, capelinas y faldas sobre mallas cortadas a la altura del tobillo.
El blanco, el negro, el gris y el azul fueron los colores estrella de la colección de Basi, en la que los tonos más vivos solamente tuvieron presencia en estampados geométricos desarrollados en tricot y en pequeños detalles que funcionan como puntos de luz.
Durante el desfile, también se vieron en una misma prenda mezclas de materiales tan dispares como la napa, la viscosa, el algodón, la lana, el pelo, la pedrería o la franela. Ocáriz destacó en los diseños de la firma "la importancia de la piel", que ha sido utilizada en mangas, cuellos y relieves.
La diseñadora fue la encargada de ponerle rostro a Armand Basi con su aplaudida aparición sobre la pasarela al final del evento, que terminó con un original regalo para los asistentes: el cojín de la firma que utilizaron para sentarse en la gradería.
HANNIBAL LAGUNA APOSTÓ POR EL ROMANTICISMO
Al desfile de Armand Basi le siguió el del diseñador venezolano Hannibal Laguna, que presentó su colección bajo el título Forever (Para siempre). Y es que este creativo demostró que los diseños del pasado pueden inspirar para siempre la moda si se saben adaptar bien a la mujer contemporánea.
La pasarela de Laguna estuvo decorada con antiguas lámparas cubiertas con gasa negra y una alfombra con destellos plateados por la que desfilaron modelos con melenas salvajes envueltas en lujosos diseños de noche inspirados en la época del Romanticismo.
El desfile se abrió con la canción 'Amado mío' y mostró drapeados, bordados en cristal, plumas y piedras semipreciosas, sobre vestidos de seda con largas colas y vaporosos volantes. Reinaron las superposiciones de tejidos negros semitransparentes sobre rosa, con las que se consigue lo que Laguna denomina el "efecto negro glasé".
No faltaron en el evento algunas caras conocidas, como la de los mediáticos Boris Izaguirre y Rocío Madrid o la del famoso periodista del corazón Jesús Mariñas. El desfile terminó con la aparición estelar de Laguna sobre la pasarela, que estuvo amenizada por una espesa lluvia de confeti dorado.
