El arzobispo de Tarragona asegura que la clonación terapeutica de embriones es "un abuso de poder por parte del Estado"

BARCELONA 1 Abr. (EUROPA PRESS) -

El arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, aseguró que "la pretensión de legitimar jurídicamente el derecho a confeccionar embriones humanos clónicos para finalidades de investigación" es "un abuso de poder por parte del Estado", en relación al contenido de la futura Ley de Reproducción Asistida.

El arzobispo hizo estas consideraciones en el marco de la I Convención Católicos y Vida Pública que organizan desde ayer la Universidad Abad Oliba CEU, la Fundación Universitaria San Pablo-CEU y la Asociación Católica de Propagandistas en Barcelona.

Pujol manifestó que el Estado "no tiene facultades para autorizar la confección artificial de ciudadanos y su destrucción, ni que sea por motivos de ciencia" y destacó que la aprobación de este extremo "sería un retroceso en la civilización, en la humanización y un avance hacia la instrumentalización de unos humanos por otros".

Además, se mostró inquieto por el hecho de que "las mismas instancias que están introduciendo este cambio" sean las mismas que decidirán los contenidos y programas de una asignatura de ética que se enseñará a todos los jóvenes del país.

Pujol lamentó que se quiera implantar "una religión de Estado" a través de políticas que reivindican para éste el derecho primario de la educación, o "cuando se pretende imponer una ética determinada" desde el Gobierno y "se dificulta en cambio la docencia de la religión".

RECONOCER EL DERECHO AL SUICIDIO.

Otro caso sería la voluntad de "entronizar en la legislación el principio de autonomía absoluto, es decir, un derecho al individualismo radical" como sería el reconocimiento legal del "derecho al suicidio", manifestó.

Sin embargo, Pujol defendió la laicidad del Estado, distinguiéndola del "laicismo radical" que conduce a la "irreligiosidad, al agnosticismo o al ateísmo de Estado" que son otras "formas de religión de Estado", puntualizó.

CONTRA LO "POLÍTICAMENTE CORRECTO".

Por su parte, el catedrático de Filosofía de la Cultura de la Universidad Católica de Lublin (Polonia), Piotr Jaroszynski, consideró en su intervención que "la identidad nacional y cristiana de las sociedades europeas está bajo el ataque de lo políticamente correcto", que consiste en imponer un determinado modo de referirse a las realidades "para beneficiar algunas teorías", señaló.

Según Jaroszynski, esta imposición en el lenguaje social provoca una reducción de los conceptos y hace que "el matrimonio se reduzca a una vida en común, la religión, al fundamentalismo, la moralidad a la tolerancia" y cuando "el lenguaje se corrompe, el diálogo es imposible", advirtió.

El evento, que termina el próximo domingo con un acto de clausura presidido por el arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, acogerá a unos 220 congresistas y pretende promover la participación de los católicos en la vida pública y así evitar la ruptura entre las esferas pública y privada.

Además, se propone reflejar que, desde una perspectiva cristiana, se pueden ofrecer diagnósticos y soluciones a los grandes problemas y retos de nuestra sociedad.