VALENCIA 5 Ene. (EUROPA PRESS) -
El arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, afirma, en su carta de esta semana, que "una identidad cultural que considere al propio grupo por encima de los demás es una identidad falsa".
Según el prelado, "cada identidad cultural es valorada y reconocida en la medida que muestra capacidad de enriquecer al conjunto de la humanidad", por lo que "todos necesitamos de todos, y nadie debe borrar los anhelos de paz exagerando la identidad cultural de cada pueblo".
En su carta, titulada 'La verdad es el camino de la paz', el arzobispo de Valencia expresa, igualmente, que "en lugar de exaltar las propias diferencias, hay que recuperar la conciencia de estar unidos por un mismo destino" y defiende que "el concepto de familia humana es el mejor legado ético de las culturas".
A este respecto, García Gasco define a la familia como "modelo de sociedad humana" y describe que "cada uno, en la familia, tiene igual dignidad en medio de múltiples diferencias y todos se reconocen unidos por el don de la vida y del amor que los precede, los sostiene y los empuja hacia el futuro".
Además, "en la familia se aprende la coordinación, en lugar de la contraposición; las diferencias no son amenazas, sino oportunidades para expresar el amor". Esta misma "lógica de la familia" es también, según García-Gasco, "la lógica de la paz entre los pueblos y las culturas".
La paz surge "al buscar la coordinación en lugar de la contraposición" porque "es sinónimo de saber convivir". Para aportar paz a la convivencia de todos "es necesario haber aprendido a amar la vida, enseñanza primordial que compete a los padres en el seno de la familia", añade el prelado.
En la misiva el prelado advierte que "no estamos hechos para la mentira y la violencia, sino para la verdad y la paz, y nuestro futuro como personas, como pueblos y como cultura se encuentra estrechamente ligado a que elijamos bien cómo queremos ser". Por ello, los cristianos "tenemos una gran responsabilidad en la construcción de la cultura de la paz y de la verdad".
Concluye el arzobispo de Valencia aludiendo al próximo V Encuentro Mundial de las Familias (VEMF) y asegurando que "queremos acoger la invitación del Santo Padre a hacer de él una fiesta de la familia, de la vida, de la convivencia y de la paz, abierta a todos los hombres y mujeres, a todas las culturas y a todos los pueblos".