El arzobispo de Valencia cree que la encíclica da "claves" para las realaciones Iglesia-Estado en labor social

Actualizado: jueves, 26 enero 2006 14:43

VALENCIA, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -

El arzobispo de Valencia, Agustín García Gasco, cree que la primera encíclica del Papa Benedicto XVI 'Deus Caritas est', dedicada al amor, "ofrece también claves esenciales en las relaciones actuales entre la labor social de la Iglesia y la política".

El arzobispo anima, a través de su carta de esta semana, a todos los cristianos a conocer el pensamiento del Papa Benedicto XVI expresado en la encíclica y a aprovechar el V Encuentro Mundial de las Familias (EMF) "para profundizar en las raíces cristianas del amor familiar, que aparecen recogidas en el texto pontificio".

El prelado analiza en su carta, que titula 'Benedicto XVI habla del amor', los términos amor, prójimo y caridad presentes en la encíclica del Papa así como sus palabras en torno a las relaciones actuales entre la labor social de la Iglesia y la política, y las funciones de un Estado y las fuerzas sociales.

Después de considerar que las encíclicas y cartas apostólicas "suponen una gran riqueza que permite aclarar muchos aspectos del tiempo en el que vivimos", García-Gasco destaca como idea principal de la encíclica que "la enseñanza de que Dios es amor es el eje esencial del cristianismo".

Sin embargo, "el término 'amor' es una de las palabras más utilizadas y también de las que más se abusa", añade el arzobispo que destaca la idea del Papa de que "cuando el amor carnal es degradado a puro sexo se convierte en una mercancía, y, cuando ello ocurre el ser humano acaba transformándose también en mercancía".

Frente a ello, el arzobispo de Valencia recoge las palabras del Papa en las que exalta "el amor entre el hombre y la mujer, en el que intervienen cuerpo y alma, ya que 'abre al ser humano a una promesa de felicidad que parece irresistible'".

Otra de las ideas centrales de la encíclica que subraya García-Gasco, es que "la sociedad justa no puede ser obra de la Iglesia, sino de la política, aunque a la Iglesia le interesa sobremanera trabajar por la justicia esforzándose por abrir la inteligencia y la voluntad a las exigencias del bien".

Más adelante, el arzobispo se refiere al término caridad y que ésta "no puede convertirse en la Iglesia en una finalidad para hacer proselitismo, pero tampoco puede pretenderse que dejemos a Dios y a Cristo de lado" ya que conforme indica Benedicto XVI "con frecuencia, la raíz más profunda del sufrimiento es precisamente la ausencia de Dios".

García-Gasco se refiere también a la importancia de la caridad de la Iglesia como comunidad, descrita en la encíclica y que según el prelado "es una tarea inexcusable". Precisamente, Benedicto XVI al especificar la misión de la Iglesia "traza con toda claridad las diferencias entre la Iglesia y las tareas políticas, que en ocasiones han podido confundirse", añade el prelado. Además, el texto "contesta al marxismo que criticaba la caridad frente a la justicia en determinados contextos históricos".