VALLADOLID, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
El arzobispo de Valladolid, Braulio Rodríguez, aseguró hoy que el hecho de que la Iglesia discrepe en ocasiones con la línea de actuación del Gobierno "no implica que pretenda derrocarlo", sino que ante ciertas cuestiones "discutibles en una sociedad plural" los miembros de la institución "tienen derecho como cualquier otro ciudadano a manifestar su opinión".
El prelado realizó estas declaraciones recogidas por Europa Press en el transcurso de una comida de trabajo que mantuvo hoy en el Centro Diocesano de Espiritualidad con los medios de comunicación con motivo de la festividad mañana de San Francisco de Sales, patrón de los periodistas.
En este marco, Rodríguez desvinculó el papel de la Iglesia al de oposición al Gobierno, aunque sí reiteró que su disconformidad "desde el punto de vista confesional" con determinadas leyes aprobadas en los últimos años por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero no es aislado y en ocasiones puede coincidir con la de otras personas no necesariamente religiosas "desde una concepción antropológica".
En cualquier caso, insistió en que la Iglesia se mantendrá constante en su percepción de cuestiones como la eutanasia o el aborto y confesó su temor a que se repitan "algunos de los errores de la historia más turbulenta de España".
Finalmente reclamó que en estos momentos, en los que España sufre una crisis que a su juicio es "un fracaso de la sociedad actual", el Estado actúe "con solidaridad" y no bajo el principio del "sálvese quien pueda".
