La Audiencia Provincial de Madrid condena a 325 años de prisión al 'violador de Pozuelo'

Actualizado: jueves, 22 junio 2006 18:01


MADRID, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 325 años, 11 meses y 21 días de prisión al brasileño Juvenilson D. da S., conocido como el 'violador de Pozuelo', por agredir sexualmente a 19 mujeres en las zonas de Conde de Casal y Pozuelo entre agosto de 2000 y julio de 2003.

Así lo acuerda la sección quinta de la Audiencia madrileña en una sentencia que condena al procesado como autor de 17 delitos de agresión sexual consumada en concurso con seis faltas de lesiones, dos delitos de agresión sexual en grado de tentativa, cuatro delito de lesiones y ocho delitos de robo con violencia e intimidación.

El fallo establece que el procesado no se podrá acercar a sus víctimas así como a sus domicilios y centros de trabajo por un tiempo de cinco años. Además, deberá indemnizar a las perjudicadas en más de 617.000 euros.

Juvenilson D. da S. fue juzgado en la Audiencia de Madrid a principios de junio. Durante la vista oral, el imputado reconoció los hechos y manifestó ante el tribunal sentirse "arrepentido" por lo ocurrido, al tiempo que aseguró que buscará ayuda en la cárcel para intentar ser "mejor persona".

AGREDIÓ A 19 MUJERES, CUATRO MENORES

La sentencia considera probado que el acusado agredió sexualmente a 19 mujeres, cuatro de ellas menores de edad, entre el 1 de agosto de 2000 y el 18 de julio de 2003. Juvenilson D. da S. actuaba siempre de la misma forma: abordaba a sus víctimas y las amenazaba con un cuchillo, generalmente situado cerca del cuello, hasta que conseguía sus propósitos.

Estos delitos los cometía en lugares apartados y poco frecuentados, ya fuera en Madrid capital o en Pozuelo de Alarcón. Además, en varios casos aprovechó la agresión sexual para apoderarse de objetos personales de las mujeres a las que atacaba, como teléfonos móviles o dinero en efectivo.

Juvenilson D. da S. agredió a su primera víctima el 1 de agosto del año 2000 en las inmediaciones de la plaza de Conde de Casal de Madrid, para repetir estos hechos ocho días después cerca de la conexión de la M-30 con la A-3 (autovía de Valencia). Posteriormente, volvió a atacar a una mujer el 7 de octubre de 2001.

Durante el año 2002 el ahora condenado agredió a seis mujeres más y al año siguiente a otras diez, siendo la más grave la del día 1 de mayo, cuando atacó a una joven de 26 años en el parque de Las Cruces de Madrid y le realizó varios cortes en la cara con un cuchillo, que finalmente hicieron que la mujer perdiera totalmente la visión en el ojo izquierdo.

Todas las víctimas de Juvenilson D. da S., que fue detenido el 12 de septiembre de 2003, sufren estrés postraumático como consecuencia de estos hechos. A pesar de haber sido condenado a 325 años, 11 meses y 21 días de prisión, no podrá cumplir más de 20 años de privación de libertad, según los límites máximos que establece la Ley.

PODRÍA HABER BENEFICIOS PENITENCIARIOS

La sentencia, contra la que cabe interponer recurso de casación ante el Tribunal Supremo, considera que los beneficios penitenciarios y el computo de tiempo para la libertad condicional se apliquen sobre la totalidad de las penas impuestas, tal y como demandaron en el juicio todas las acusaciones personadas.

A pesar de ello, el tribunal pone de manifiesto que "no da portazo a la posibilidad de aplicar dichos beneficios en caso de darse circunstancias excepcionales surgidas en el tratamiento rehabilitador y resocializador del condenado".

Además, la Sala indica que será imprescindible que Juvenilson siga un tratamiento específico riguroso para agresores sexuales "bajo la estricta supervisión de la Junta de Tratamiento del centro penitenciario correspondiente, cuyos profesionales deberán informar periódicamente al juez y al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria".

Para acordar esto el tribunal ha tenido en cuenta la actitud adoptada por el procesado que se reconoció autor y culpable de todas las agresiones, así como su petición expresa de que se le preste toda la ayuda posible en prisión para "mejorar como persona".