MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
La portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Ileana Izverniceanu, destacó hoy el aumento de quejas realizadas por consumidores sobre el servicio de aparcacoches que ofertan muchos restaurantes ya que, tras dejar el vehículo en sus manos, algunos han sido multados o, incluso, les han robado el coche.
En declaraciones a Europa Press Televisión, aseguró que, en estos casos, el restaurante tiene "responsabilidad directa" aunque reconoció que "a veces es difícil" que el restaurante asuma su culpa y se haga cargo del robo o de la multa. El restaurante suele justificarse diciendo "que el aparcacoches no es personal laboral", pero aun así, Izverniceanu animó a los que sean perjudicados en este aspecto que reclamen e insistan hasta conseguir una indemnización.
En el caso de que un cliente sufra el robo de su vehículo, advirtió que éste está "en su derecho de pedir responsabilidad". Si tuviera un seguro contra robos, la portavoz de OCU afirmó que "no hay problema" ya que la aseguradora del perjudicado va a ser la que va a emprender las acciones oportunas poniéndose en contacto con la aseguradora del restaurante.
Por otro lado, aconsejó a aquellos clientes perjudicados que no tengan seguro "mandar un burofax con certificación de texto y acuse de recibo al restaurante para que quede constancia del problema".
Si la respuesta del mismo fuera negativa, habría que poner el caso en manos de "un letrado, una organización de consumidores o una Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC)", mientras que si por el contrario el restaurante asume su responsabilidad, la portavoz de OCU indicó que el siguiente paso sería negociar la indemnización.
Asimismo, recordó que el servicio de aparcacoches es algo que "se suele publicitar en las páginas web" y que muchas veces es un factor determinante para que un cliente decida ir a un local y no a otro, por lo que luego, el restaurante no puede eximir su responsabilidad.
Izverniceanu añadió que el caso de los aparcacoches es algo similar a lo que sucede cuando en el restaurante se mancha o se quema la ropa a algún cliente o cuando éste sufre un robo tras depositar alguna prenda en el guardarropa. En este sentido, señaló que "lógicamente" el restaurante "tiene que responder".