BARCELONA, 2 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Barcelona no revisará la ordenanza del civismo, ya que considera que hace lo que puede para combatir la prostitución en la calle, y pidió hoy colaboración institucional para afrontar una situación por la que se han tramitado 11.533 denuncias desde que entró en vigor la norma a principios de 2006.
Lo dijo este miércoles la concejal de Seguridad, Assumpta Escarp, desoyendo las críticas de vecinos, agentes sociales y de la oposición por la ordenanza y la gestión municipal después de las últimas informaciones acompañadas de fotografías en las que se muestran escenas de sexo con prostitutas sin esconderse en el céntrico Mercado de La Boqueria.
Escarp, que admitió sentirse indignada por las imágenes, aseguró que no da la espalda a la situación, que Barcelona aborda con una ordenanza del civismo "que funciona". Sin embargo, defendió que para solventarla se necesita un mayor control de los proxenetas, mejorar la expulsión de las prostitutas irregulares y regular el ejercicio de la prostitución.
La Guardia Urbana aumentó la noche del martes la vigilancia alrededor de La Boqueria tras la repercusión mediática, una presión que "continuará e intensificará" en los próximos días, añadió Escarp durante una rueda de prensa sobre el dispositivo de verano, y reconoció que las prostitutas se mueven por La Rambla y el Raval burlando la presión que realiza la policía.
La ordenanza no permite denunciar el sexo en la calle cuando se paga por él, aunque nunca lo permite a menos de 200 metros de centros escolares. Insistió en que la norma es casi lo máximo que puede aspirar Barcelona, y cuyo redactado han pedido alcaldes del Ampurdán (Gerona) y del área metropolitana para afrontar el problema, y han copiado grandes ciudades españolas gobernadas por el PSOE y el PP.
Ahora debe abordarse el problema "desde el origen" para solventarlo, según Escarp. Explicó que este año la Urbana ha realizado 683 traslados a extranjería de prostitutas irregulares pero el 99 por ciento vuelve a la calle. El Ayuntamiento cree que unas 60 mujeres, muchas de origen subsahariano, se dedican en Ciudad Vella a la prostitución en la calle.
La concejal, quien dijo que Madrid "tiene el mismo problema", prometió mantener diálogo social y recordó que han puesto más luz en la calle. Añadió que la Urbana colabora con los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional para actuar contra las redes de proxenetismo, aunque reclamó más esfuerzo a la Conselleria de Interior y a la Delegación del Gobierno.
MÁS MASAJISTAS QUE PROSTITUTAS
La Urbana impuso entre junio y agosto más denuncias a masajistas que ofrecieron sus servicios en la playa que a prostitutas callejeras o a sus clientes. En concreto, tramitó 745 denuncias a masajistas, tiradores de cartas del tarot y tatuadores --casi 600 más que en verano de 2008-- mientras que por prostitución fueron 155, diez menos que el año pasado.
Escarp afirmó que la aplicación de la ordenanza del civismo "ha sido contundente" durante el dispositivo de verano, que terminará el 4 de octubre tras las fiestas de La Merced y el espectáculo aéreo en el litoral barcelonés, y destacó la actuación de la venta ambulante y de los 'lateros'.
Durante este verano la Guardia Urbana tramitó 254 denuncias diarias por venta ambulante --29.918 en total, más del doble que el año pasado-- y decomisó casi 2.000 latas al día --hasta 175.814, 70.000 más que en 2008--. Por beber alcohol en la calle acumuló 4.781 denuncias y por orinar en la calle, 1.726 denuncias.
La concejal subrayó el buen funcionamiento de las fiestas de Gracia y Sants, que han consolidado "un modelo más familiar de día", y celebró la disminución de trileros, limpiacristales, 'lateros' y venta ambulante, aunque en detrimento de ciudades del entorno. "Ha sido un buen verano", concluyó.
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