BARCELONA, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Barcelona se plantea realizar "ajustes" en la aplicación de la ordenanza sobre civismo, como "afinar el hecho de que se disperse a una prostituta que entre en un bar o no ejercer, durante unos días, el decomiso del dinero a las trabajadoras del sexo", según explicó hoy el concejal de Seguridad, Jordi Hereu.
Tras la celebración de la Comisión de Seguridad y Movilidad, Hereu aseguró que la aplicación de la ordenanza "se está desarrollando de manera gradual" y "en los doce capítulos previstos". "Se va haciendo al ritmo que la propia realidad nos pide", añadió.
El concejal socialista aseguró que "la actuación de los agentes de la Guardia Urbana debe permitir crear las condiciones para que el plan para abordar el fenómeno de la prostitución, previsto en la misma ordenanza, se pueda desarrollar".
Hereu hizo estas declaraciones tras las quejas realizadas por las entidades de apoyo a las prostitutas de Barcelona quienes recientemente aseguraron que algunas trabajadoras del sexo habían sido multadas y advertidas en el interior de los bares y se les había decomisado dinero.
"Si en algún momento hay alguna cosa puntual se ha considerado que no era pertinente, nosotros tenemos posibilidad de no hacerlo", apuntó el concejal. No obstante, aseguró que además de estos aspectos, "la actuación se está manteniendo sin quemar interlocutores interesantes para elaborar el plan de abordaje".
En el marco de la celebración de la Comisión de Seguridad y Movilidad, la concejal de Participación Ciudadana, Cooperación y Seguridad del Ayuntamiento, Assumpta Escarp, aseguró que la aplicación de la ordenanza se ha hecho de "forma proporcional" y "buscando la máxima eficacia".
Escarp y Hereu negaron las acusaciones del concejal del PP Alberto Villagrasa quien acusó al equipo de gobierno de aplicar la normativa "con cierto descontrol" y aseguró que "se percibe una cierta descoordinación", algo que el concejal de Seguridad negó.
Villagrasa aseguró que en las primeras semanas de la aplicación de la ordenanza "se ha detectado cierto desorden en el equipo municipal" y lamentó que "incluso un agente de la Guardia Urbana fuera multado por sancionar a una prostituta", antes de hacerse efectivo el periodo de aplicación de dichas multas.
Ante estas críticas, Hereu replicó que el agente de la Guardia Urbana "no fue multado sino amonestado" y exigió al PP de Barcelona que "no den lecciones sobre cómo aplicar una ordenanza, en la que se abstuvieron".
"Dejen que apliquemos la ordenanza de forma gradual" porque "esto no es una barita mágica", según Hereu, quien reclamó al PP que "no quieran ser los primeros de la clase en cuanto al cumplimiento de la ordenanza".