MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los conductores españoles siguen poniéndose al volante después de haber consumido alcohol, rebasan los límites de velocidad y hablan por el móvil mientras conducen. Así lo revela una encuesta realizada por la DGT entre 1.800 personas sobre seguridad vial y que por otro lado pone de manifiesto que nos comportamos mucho más correctamente en torno al cinturón de seguridad o los dispositivos para llevar a los niños en los automóviles.
El informe pone de manifiesto que en conjunto, la mayoría de los encuestados son respetuosos con las normas. Sin embargo, una cuarta parte dice que se pone al volante después de haber tomado algo de alcohol (uno o dos vinos, cervezas o similar).
El porcentaje sube hasta un 33 por ciento entre los hombres de entre 45 y 59 años que trabajan por cuenta propia en Galicia, Euskadi y Asturias. Sin embargo, muy pocos dicen conducir después de haber tomado tres o más bebidas alcohólicas y casi nadie reconoce ponerse al volante bajo los efectos de ninguna otra droga.
Por otro lado, el 63,2 por ciento de los conductores dice que siempre respeta las indicaciones de velocidad de las vías por las que circula frente al 36,7 por ciento que incumple la norma en alguna ocasión. Los hombres son los que más violan estas normas, sobre todo los menores de 45 años, los castellanos y los vascos.
Se refleja asimismo un elevado cumplimiento de normas como la obligación de llevar abrochado el cinturón de seguridad, que respetan el 94,4 por ciento cuando va conduciendo o de acompañante. El porcentaje baja cuando se va en la parte trasera del vehículo -69,6 por ciento-. Un 14,2 por ciento no lo hace nunca y el 14,5 por ciento sólo con alguna frecuencia. Los que más incumplen esta norma son los hombres y los jóvenes y más concretamente los de Galicia, Canarias y sobre todo, Extremadura. (Sólo un 54,4 por ciento dice usarlo con alguna frecuencia).
TRANSPORTE DE NIÑOS
Los encuestados demuestran ser mucho más cumplidores en cuanto al transporte de niños en automóvil, porque prácticamente todos los que los transportan lo hacen en su sillita reglamentaria. Igualmente, el 91,2 por ciento de los motoristas dice que lleva siempre el casco cuando conduce.
En cuanto al uso del móvil, aunque la mayoría asegura que nunca habla cuando conduce, el 14,4 por ciento todavía lo hace en alguna ocasión, sobre todo los hombres, los jóvenes, los grupos de estatus alto y quienes trabajan por cuenta propia.
Los encuestados consideran que de las conductas sugeridas, las más peligrosas son conducir moto sin casco y saltarse un semáforo en rojo. La que menos, hablar por el móvil con el sistema manos libres.
En todos los supuestos las mujeres ven más peligro que los hombres.
Además aumenta la gravedad atribuida a la conducta con la edad del encuestado y cuando se reduce su estatus socieconómico.